Estaba siendo su peor temporada. Siempre en el ojo del huracán por los constantes rumores sobre su salida, una lesión en el tobillo le lastró durante casi un año y le afectó sobremanera en los primeros meses de competición. Su rendimiento bajó y Jorge Vilda la dejó fuera de las convocatorias de la Selección. Salir de esa situación ha sido la clave para volver a estar en una lista desde este mismo lunes para los amistosos ante Países Bajos y México.
Nahikari García no es una jugadora más. Considerada en otro tiempo una de las joyas del fútbol femenino español, hace tiempo que se convirtió no solo en una futbolista de presente, sino en una de las estrellas de la Primera Iberdrola y de la Selección. Su estatus subió como la espuma tras el Mundial de Francia, donde se consagró junto a Lucía García aportando frescura a un ataque liderado por Jenni Hermoso. Fue a su regreso cuando empezaron los problemas en el tobillo. En septiembre, durante un partido ante el Betis, marcó dos goles y provocó un penalti que también le supuso la lesión ya mencionada.
Aquello le dejó fuera de los terrenos de juego durante mes y medio. Reapareció de forma espectacular anotando siete tantos en cinco jornadas, pero recayó poco antes del parón por la crisis sanitaria del covid-19. Acabó el curso con 11 goles en 17 partidos, cifras notables teniendo en cuenta su estado físico. Llegó el verano y una vez más los rumores sobre una posible salida se convertían en el pan de cada día. No en vano, tras ser vinculada a PSG y Atlético en los últimos años, fue en la última ventana estival cuando más cerca estuvo de dejar al club en el que ha permanecido durante las últimas siete campañas.
“Yo creía que era la mejor opción, pero el club decidió que no fuese adelante, algo que acaté ciñéndonos al contrato que habíamos firmado”, contó hace poco en una entrevista en MARCA. Nahikari se quedó, no pudo hacer la pretemporada con normalidad y se sometió a un nuevo tratamiento en el tobillo con vistas a llegar en condiciones al inicio de Liga. Se perdió los dos primeros partidos y no fue titular hasta principios de noviembre, tras haber marcado su primer tanto frente al Santa Teresa saliendo desde el banquillo. Su irregularidad (estuvo dos meses sin ver puerta) le llevó a salir de los planes de Jorge Vilda por primera vez en mucho tiempo. Ese mismo fin de semana anotó su primer doblete del curso ante el Levante en un acto total de reivindicación.
Pero su rol de figura y referente en ataque de la Real seguía sin ver la luz. Precisamente, aquel 11 de febrero se produjo la última derrota del equipo de Natalia Arroyo en Primera Iberdrola. Desde entonces ha sumado 16 de los últimos 18 puntos y se encuentra muy cerca de los puestos que dan acceso a la Champions League femenina. Aunque en un principio Nahikari cedió su protagonismo en virtud de Franssi, Nerea Eizagirre o Amaiur Sarriegi (tres goles en los últimos cuatro partidos que ha saltado al campo) lo cierto es que en los dos últimos encuentros ha recuperado la sonrisa. Ha marcado por primera vez este año en dos jornadas consecutivas y ante el Espanyol, además de dar dos asistencias, marcó su gol número 100 con la Real Sociedad, dejando un momento precioso con sus compañeras manteándola al término del partido y el club homenajeándola en redes sociales, olvidando el mal trago de los últimos meses.
Con casi un año y medio por delante para la disputa de la Eurocopa, Nahikari parece haber recuperado su mejor versión en la Real y su hueco en la Selección. Sin tiempo para pensar en que su contrato acaba este verano y en meditar su futuro (el Real Madrid se lanzará con todo a por ella, según apuntan varios medios), la delantera guipuzcoana sabe que gran parte de las opciones que tiene la Real Sociedad de conseguir algo grande depende de su liderazgo, y que una pequeña desconexión puede tirarlo todo por la borda. Lo único seguro en medio de esta vorágine de hipótesis y buenos o malos augurios es que los amantes del fútbol estamos de enhorabuena: Nahikari ha vuelto.
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