La delegación española se despidió del Mundial de atletismo en pista cubierta de Belgrado con dos metales en su botín: el oro de Mariano García en el 800m y la plata en el 4×400 con Bruno Hortelano, Iñaki Canal, Manuel Guijarro y Bernat Erta. Además, nuestro país fue el primero de Europa en puntos y el cuarto del mundo, solo superado por Estados Unidos, Etiopía y Jamaica. Gran parte de culpa la tienen ocho puestos de finalistas, siendo la mitad de ellos firmados por mujeres.
Pese a la ausencia de medallas, el atletismo femenino español ha dejado buenas sensaciones en suelo serbio, sobre todo gracias al paso adelante de nombres como Claudia Conte, Fatima Diamé y Lorena Martín. Más llamativo es el caso de la primera de ellas: la castellonense es una de las deportistas con más futuro del país, quemando etapas de forma progresivo y dando un salto cualitativo a sus 22 años. Especialista en pentatlón, a finales de febrero se proclamó subcampeona de España solo por detrás de una María Vicente que se quedó fuera del Mundial por lesión. En un principio su presencia en Belgrado era una incógnita, pero finalmente Conte fue repescada y superó cualquier tipo de expectativa al firmar una sexta plaza histórica, siendo la primera finalista en este deporte en cualquier edición de un Mundial (8.82 en 60 vallas, 1,83 en altura, 12,73 en peso, 6,13 en longitud y 2:15.00 en 800).
Diamé ya es una atleta contrastada dentro de la delegación, que crece lenta pero progresivamente. Este año se ha puesto a las órdenes de Iván Pedroso (el entrenador que ha catapultado al éxito a Ana Peleteiro) y aunque llegaba con la novena mejor marca a los Mundiales, su objetivo pasaba por el metal. No pudo ser, pero Fátima superó las previsiones: mejoró su marca de 6,64 a 6,71 y acabó séptima en salto de longitud. Por su parte, Lorena Martín fue la gran sorpresa de la delegación al meterse en la final de 800 por apenas dos milésimas. La segunda de la historia en conseguirlo tras Mayte Martínez (2003 y 2008). De sufrir una lesión grave en el pie hace dos años a firmar registros notables y alcanzar su mejor versión en este 2022: en Sabadell logró la tercera mejor marca nacional de la historia y poco después se proclamó campeona de España.
La otra finalista fue una Ana Peleteiro que se quedó lejos de la lucha por las medallas al acabar en séptima posición. La gallega era la gran esperanza de metal de la delegación. “A veces se gana y a veces se aprende. Lo dejé todo en la pista pero no somos máquinas y a veces fallamos. He tenido cosas personales que te pueden afectar, pero he entrenado muy bien. A veces las piezas del puzzle encajan y otras no”, explicó tras acabar una prueba que se volvió a llevar Yulimar Rojas con otro récord del mundo.
El Mundial nos dejó detalles que apreciar, como la participación de Marta Pérez, la primera atleta española en participar en el 1.500 y en el 3.000 en una sola edición; las semifinalistas alcanzadas por Teresa Errandonea, las lágrimas de Xenia Benach (debutante con gran futuro) y el desconsuelo de Maribel Pérez, la gran revelación del año en el atletismo español (ha batido varias veces el récord nacional en 60m este año) que fue gravemente perjudicada en semifinales por los jueces, que la descalificaron erróneamente y luego la readmitieron. Aquello condicionó a la andaluza, que pese a todo firmó una de sus mejores marcas (7:20). Esperamos verla pronto en acción, como a Belén Toimil, María Vicente o Esther Guerrero, grandes bazas del equipo español y ausentes en estos Mundiales. A seguir cosechando éxitos.
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