Tendemos siempre a comparar jugadores de diferentes épocas sin tener en cuenta el contexto, el cambio en la profesionalización, a mejor, de los futbolistas, la mayor calidad en el estado de los terrenos de juego, la protección arbitral…
Son muchos factores, pero es un juego que gusta y no lo dejaremos de hacer nunca, porque forma parte del imaginario colectivo y la memoria futbolística. El último debate es si Luka Modric está ya entre los cinco mejores centrocampistas en la historia del Real Madrid. Y la respuesta es claramente, sí. Y entre los mejores de la historia del fútbol, también.
Por el mediocampo de Chamartín han desfilado centrocampistas de un nivel extraordinario. Porque la exigencia es la que no ha cambiado ni cambiará en el Real Madrid.
Cada uno tiene sus propios criterios a la hora valorar la trayectoria de un jugador en un club y para mí, la longevidad unida al rendimiento es la que marca la diferencia. Modric llegó en el verano de 2012 al Real Madrid y desde entonces su rendimiento ha ido de menos a más hasta convertirse en una referencia en su club y selección a nivel mundial.
A su excelente condición técnica y entendimiento del juego, suma una resistencia física asombrosa a los 36 años. Mantiene un cambio de ritmo fantástico que le permite acelerar en conducción para dejar atrás a sus rivales. A eso junta una intuición y capacidad de sacrificio que le convierte en un buen recuperador de balones. Ese dato, siendo un jugador creativo y de talento, tiene más mérito aún.
De su perfil y condición, por el Madrid de los últimos 50 años han pasado jugadores del nivel de Manolo Velázquez, Günter Netzer, Vicente del Bosque, Martín Vázquez, Schuster, Míchel o Michael Laudrup…
Unos con un perfil más de interior, otros como mediocentro, alguno de mediapunta, o más cerca de una banda. Pero en lo que todos coinciden es en su talento innato y capacidad para general fútbol en mediocampo. Pues Luka Modric por calidad, rendimiento e importancia de los títulos conseguidos, se sitúa en la cima de todos ellos, junto a su inseparable Toni Kroos.
Es imposible saber cuánto tiempo permanecerá a este nivel. Más cerca de los 40 que de los 30, y pese a cuidarse mucho, cualquier percance puede ser decisivo, pero no recuerdo muchos casos, jugando en una posición de tanto desgaste como es la de interior en el fútbol actual, casi ningún jugador rindiendo así al máximo nivel en un club de la trascendencia e importancia del Real Madrid.
Si no hay lesiones graves ni imprevistos, su deseo es cerrar su etapa en la selección croata disputando el Mundial de Qatar 2022. Así como prolongar su estancia en el Real Madrid, al menos hasta el verano de 2023, cuando estará a punto de cumplir los 38 años.
Después llegará el debate de su sucesión. Conviene adelantar que hay jugadores irrepetibles y estamos ante uno de ellos. Su sombra será muy alargada y será muy injusto cualquier comparación que pueda surgir y caer como una losa al jugador que ocupe su lugar en el Madrid y en la selección, cuando Luka cuelgue su “10” en la percha y sus camisetas blancas y ajedrezadas descansen en el armario.
Hasta entonces disfrutemos de su fútbol. Estamos ante un jugador de leyenda.
Imagen de cabecera: @realmadrid
