Conocido comercialmente como mildronate, el meldonium se convirtió en una de las sustancias que mira con más recelo la Agencia Mundial Antidoping (AMA).
La AMA incluyó a partir del 1 de enero de 2016 al meldonium en la lista de sustancias prohibidas y desde entonces varios deportistas fueron suspendidos por su ingesta. Sin embargo, el caso de la tenista rusa Maria Sharapova lo catapultó definitivamente a los primeros planos del deporte mundial.
La ex número uno del mundo, Sharapova volverá el miércoles a competir después de 15 meses de suspensión. Lo hará en el torneo de Stuttgart ante la italiana Roberta Vinci.
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La sustancia es recetada habitualmente para mejorar la circulación sanguínea y la presencia de oxígeno en sangre. Ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y además reduce la presencia de ácidos grasos en el cuerpo, entre muchas otras funciones que llevaron al diario «El País» de España a calificarlo como «el medicamento que todo lo cura».
«En los deportistas, el meldonium lleva a un incremento general del rendimiento. La fase de recuperación se acorta y la motivación se incrementa», explicó el profesor Mario Thevis, del Instituto Superior del Deporte de Colonia. El preparado, producido originalmente en Letonia, era utilizado a menudo como sustancia dopante en los tiempos de la Unión Soviética. Sin embargo, recién el año pasado la AMA anunció su inclusión en la lista de sustancias prohibidas a partir del 1 de enero.
Según informó la AMA al dar a conocer su inclusión en la lista, existen indicios de que el meldonium está siendo utilizado por atletas con «el objetivo de incrementar el rendimiento». Tras su inclusión, ya son varios los casos que se dieron a conocer en 2016, entre ellos la nadadora rusa Yuliya Yefimova, el ciclista ruso Eduard Vorganov, del equipo Katusha, la biatleta ucraniana Olga Abramova o el púgil ruso Alexander Povetkin.
Sharapova explicó en marzo de 2016 que consumía el medicamento desde 2006. «Recibí la medicina de mi médico por varios problemas de salud que tenía en 2006. Solía enfermarme seguido, sufría una gripe cada varios meses», señaló la tenista. «Tenía un déficit de magnesio y una historia familiar de diabetes, y había signos de que podía tener diabetes. Esta era una de las medicaciones que recibí, junto a otras».