No ha sido un verano fácil para Mario Götze. Hace apenas un año y unos meses, el joven hizo vibrar a una nación entera con su gol en la prórroga en la final del Mundial de Brasil. Si hubiéramos tenido que apostar a quién marcaría el gol alemán que valdría un campeonato del mundo, la amplia mayoría (en la que me incluyo) nunca hubiera pensado en él. Su primer año en el Bayern, entre lesiones, adaptación y la presión que supone jugar en el equipo bávaro, fue «correcto». Para un jugador de su calibre, supo a demasiado poco: su nivel de juego durante la temporada pasó de más a menos con el paso de los meses y acabó siendo considerado como segunda opción en los partidos importantes. Básicamente, esos fueron los motivos principales para pensar en que no sería él quien le daría a Alemania su cuarta estrella.
Su comienzo en la temporada 2014/2015 fue bastante prometedor y pareció, al fin, que acabaría siendo importante. Nada más lejos de la realidad: Fue un año casi calcado al anterior (podemos decir que hasta peor): de más a menos, acabando como suplente en un Bayern que tenía las bajas vitales de Robben, Ribery y Alaba desde abril. Bastante esclarecedor de cómo acabó su segundo año en el equipo. Lógicamente, los rumores a cerca de una salida se dispararon a medida que iba llegando el mercado de fichajes, alcanzado su climax en agosto: un trueque Gündogan – Götze, el fichaje estrella del Arsenal, un supuesto interés de la Juventus y como sustituto de De Bruyne en Wolfsburgo. Sin embargo, el jugador nunca expresó deseo alguno de marcharse, sino todo lo contrario.
«No hubo nunca ninguna discusión de que abandonaría el Bayern. Me declaro claramente como jugador del FC Bayern. Le estoy muy agradecido al club.» [Declaraciones de Mario Götze durante el parón internacional]
Pese a lo claro pueden parecer las declaraciones del propio jugador, su representante se mostró enojado durante el verano por la poca participación de la que estaba gozando bajo las órdenes de Guardiola. Este descontento llegó a la prensa, lo que acabó creando un clima de tensión entre jugador y club que no iba a favorecer a ninguna de las dos partes. Las especulaciones se acrecentaron. Mientras, los directivos aseguraban una y otra vez que Götze era intransferible y que no saldría por nada del mundo, como así ha sido.
2016: año clave
De los cuatro partidos oficiales que llevamos de temporada (Liga y Copa), Götze ha sido titular en dos y suplente en los otros dos restantes. El increíble nivel exhibido por Douglas Costa, junto a la recuperación de Robben y la necesaria presencia de Arturo Vidal en el once, han provocado que no tuviera demasiados minutos en liga. A pesar de salir del banquillo, dejó buenas sensaciones, las que se han confirmado en sus dos magníficos partidos con la selección alemana. Precisamente, cuando todavía no había marcado el primero de sus dos goles contra Polonia, Robben, jugador al que siempre sustituye en el Bayern, se marchó lesionado y estará, aproximadamente, un mes de baja.
El 2015 de Götze
- Bundesliga: 2 goles (en el mismo partido) y 2 asistencias en 16 partidos. Disputó 1147 minutos de los 1530 posibles.
- Champions League: 1 gol y 1 asistencia (ambos vs Shakhtar Donetzk) desde octavos de final hasta semifinales. No jugó un partido completo desde la vuelta de octavos y solo jugó 14 minutos en toda la eliminatoria ante el Barcelona.
- DFB Pokal: 1 gol (contra el Braunschweig) desde octavos a semifinales. Falló en la tanda de penaltis contra el BVB.
- Balance total: 4 goles y 3 asistencias en más de 2000 minutos.
A Götze se le presenta una oportunidad de oro para afianzarse como titular indiscutible durante las próximas cuatro semanas, como mínimo. Además, el destino ha querido que los jugadores que siempre han estado por delante de él no puedan jugar por diversas razones. Guardiola ha dejado claro que cuenta con él y que no existe ningún problema de falta de entendimiento entre los dos. Deberá volver a encontrarse y dejar de ser considerado como una promesa por explotar para ser una de las referencias del Bayern.
