Hoy no es un lunes cualquiera: Marcelo, sempiterno lateral del Real Madrid, ha dejado el club de su vida tras 15 años de servicio. Se marcha con 25 títulos y siendo el jugador más exitoso de la historia de la entidad. Vaya carrera. Como en la gran mayoría de despedidas, el brasileño se emocionó: «Gracias a todos los trabajadores, a la gente de seguridad, a los que trabajan por detrás, a los que hacen el trabajo sucio. Nosotros solo nos dedicamos a jugar al fútbol, pero para que nosotros lo hagamos bien hay un trabajo por detrás y eso lo aprendí aquí. Gracias al Madrid por esto. Hemos tenido todo para disfrutar. Me he despertado todos los días con alegría y orgulloso de que mis hijos vean que he sido capaz de lograr esto, hacer historia con el mejor club del mundo«, aseguró entre lágrimas.
También tuvo tiempo de dar un mensaje de agradecimiento a Raúl González Blanco, su primer capitán cuando aterrizó en la capital de España: «Cuando nació mi hijo Enzo me hiciste un regalo con muchas cosas para el bebé y me diste muchos consejos. Siempre fuiste muy cariñoso, tú y tu familia. Nunca lo olvidaré. Desde ahí empecé a verte como un ejemplo y quise seguirlo. He tenido un ejemplo muy fuerte que has sido tú. No lo he dicho nunca y quería agradecértelo en persona», le dijo. El español también rompió a llorar. Marcelo llegó siendo un niño y se va siendo un hombre. Fin de una era en el Santiago Bernabéu.
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