Gelsenkirchen es una ciudad alemana perteneciente a Renania del Norte-Westfalia. En sesenta años (1840-1900) y debido a la llegada de la revolución industrial, su población pasó de 6.000 a 138.000 habitantes, convirtiéndose a principios del siglo XX en la ciudad más importante de Europa en lo que a minería del carbón se refiere.
Con la urbe dividida en dos zonas, Buer y Gelsenkirchen, allí nació, en la primavera de 1986, un niño llamado Manuel Peter. Pronto, a los cinco años, decidió que lo que más le gustaba era jugar al fútbol y por tanto probó fortuna en el equipo de su ciudad, el Schalke 04, entrando en su escuela en la temporada 91-92.
En 2004, trece años más tarde, pasó a formar parte del equipo filial, firmando su primer contrato profesional en 2005. Con el apellido Neuer a la espalda, debutó en la Bundesliga en la campaña 06-07, concretamente en la segunda jornada liguera frente al Alemania Aachen (0-1), en detrimento del veterano Frank Rost. Se asentó como titular y a sus 20 años comenzó a ser comparado con su compatriota Jens Lehmann, exguardameta de Borussia Dortmund y Arsenal, entre otros muchos equipos.
2008 fue un año clave para él, ya que recibió el galardón al mejor portero joven de la Champions League, siendo fundamental, merced a sus paradas, para que el Schalke llegara a los cuartos de final de la competición. El Bayern, ‘gigante’ del fútbol bávaro, puso sus ojos en aquel prometedor rubio de ojos azules, pero su carrera en el equipo de su ciudad todavía no había llegado a su fin. En Gelsenkirchen jugaría dos temporadas más, con una excepcional Eurocopa sub21 por el medio que le encumbró como mejor guardameta alemán del momento, por encima de grandes rivales como René Adler.
La consecución de la DFB Pokal puso punto y final a su etapa en el Veltins Arena, para firmar por cuatro temporadas con un Bayern de Múnich que tuvo que desembolsar por su traspaso 25 millones de euros. A la ciudad más importante de Baviera llegó con la vitola de titular indiscutible y eso fue lo que se encargó de demostrar nada más aterrizar. Contó siempre con la confianza de Heynckes y Guardiola y el pasado mes de junio logró el Campeonato del Mundo en Brasil frente a Argentina, un título que puso el broche de oro a una muy buena temporada en Múnich, y que le sirvió para convertirse en candidato al FIFA Balón de Oro junto a dos de los mejores jugadores de la historia: Messi y Cristiano Ronaldo.
Este hecho ha causado mucha controversia, ya que mientras grandes voces del fútbol internacional no entienden su candidatura, otros creen que es el que más lo merece debido a la importancia de los títulos conseguidos en este 2014 (Mundial, Bundesliga y DFB Pokal). Lo cierto es que se trata de algo novedoso, ya que ningún portero estaba entre los tres finalistas del galardón desde 2006, hace ni más ni menos que ocho años. Entonces, Gianluigi Buffon fue segundo tras la votación, con por detrás de Fabio Cannavaro y por delante de Thierry Henry. En 2002 ocupó la tercera plaza Oliver Kahn, a la sombra de Ronaldo y Roberto Carlos; y el único portero que lo ha ganado desde su creación, en 1956, ha sido ‘La araña negra’ Lev Yashin.
Así, Neuer, que está haciendo historia, ha pasado del carbón de Gelsenkirchen al oro de un premio que sigue recabando una gran atención mediática internacional, pese a que su baremo sigue sin estar definido tras su fusión con el FIFA World Player en 2010. En cualquier caso, el meta alemán sigue centrado en seguir mejorando al lado de Pep Guardiola y tiene entre ceja y ceja levantar su segunda Champions League tras la conseguida en 2013. El camino, evidentemente, no será sencillo.
