Hay portadas que nunca quisieras hacer. Hoy es claramente una de ellas. Damas y caballeros, ya es oficial, Luka Modric dejará el Real Madrid tras el Mundial de Clubes después de 13 años gloriosos donde se ha erigido, no solo como una auténtica leyenda e institución del equipo blanco, sino como uno de los mejores futbolistas del siglo XXI. Amado por los aficionados, admirado por sus compañeros de vestuario y respetado por todos sus rivales, el centrocampista croata trasciende a camisetas y escudos.
Luz, faro, compás, brújula y ancla. Competitivo, estajanovista y clarividente. Gen balcánico, ya tú sabes. Igual te bajaba al barro que mutaba en Walt Disney para crear escenarios imposibles. Pintor y escultor. Luka es arte y el arte es universal, como ‘La Gioconda’ o ‘La Pietà’.
Su clase sempiterna es un legado que nos deja a todos aquellos que un día decidimos echarnos a los brazos de este deporte, sin mirar atrás y asumiendo las consecuencias. Luka Modrić cumple 40 años el próximo 9 de septiembre, y sí, sigue siendo único.
Muchos pasamos de niños a adultos viéndolo crecer y ganar. Es imposible no querer a la gente que te acompañó, aunque sea vistiendo camisetas que no son la tuya, porque lo bonito del fútbol reside precisamente en esto: en admirar la grandeza de un gran futbolista sin el sesgo de las filias, las fobias y las servidumbres.
Papá de Miranda. Orgulloso hijo de gallego y asturiana. Dejé 13 años como abogado por fundar y dirigir Sphera Sports, con lo que ello supone. Asumo las consecuencias. Hice 'mili' en Pisa y en Bristol. Me gustan las orcas, los países escandinavos y un gol en el 90'.