Lucas Vázquez y Morata tienen la ilusión como lengua materna. En cada una de sus acciones desprenden una vitalidad desbordante. Su implicación con y sin balón es cátedra para los cinco sentidos. Ambos comienzan a reafirmarse como futbolistas decisivos. Ya no son aquellos jóvenes futbolistas que intentaban tirar la puerta abajo del primero equipo. La han derrumbado directamente. Sus experiencias lejos de Chamartín le han sentado de lujo a ambos. El Séneca a Lucas Vázquez, y el Erasmus a Morata. Tal es su nivel mostrado en este tramo inicial de temporada que muchos ya reclaman un once para ellos en el puesto titular.
Bajo rendimiento de la BBC
Ni Cristiano, ni Bale, ni Benzema están mostrando un nivel excelso. Sólo el galés se ha acercado a su listón de rendimiento. Sin embargo, el francés y el portugués están muy por debajo de sus actuaciones habituales. El portugués sólo suma dos goles en el campeonato doméstico, mientras que Benzema suma cuatro tantos, pero sus movimientos sin balón, sobre todo en la fase defensiva, están dejando bastante que desear. El Real Madrid ve como algo utópico el recuperar el balón con facilidad. En ocasiones los rivales le tutean mediante el esférico. Hacen que este parezca un espejismo para los blancos. Los grandes responsables de esta situación son los delanteros blancos, quienes ven la presión como una tortura innecesaria y no como una oportunidad de poder lograr ocasiones de gol sin necesidad de grandes alardes.
En Champions ante el Legia y en Liga ante el Bilbao, Morata y Lucas Vázquez entraron al terreno de juego y le dieron madurez al juego de los de Zidane. Son consistentes y asumen que el dinamismo y la velocidad son los das columnas griegas sobre las que debe residir su contribución al juego blanco. Ambos dotaron de una mayor actividad de los blancos en el juego con y sin balón. El Real Madrid con ellos en el campo se vuelve un equipo más vital y hambriento.
Lucas y Morata celebran junto a Cristiano la victoria ante el Legia | Getty
¿Dónde podrían encontrar hueco en el once?
Que Morata y Lucas Vázquez pueden ser titulares es algo indudable, otra cosa es en que posición y que piezas caerían para que ambos entraran. En el caso del delantero madrileño, puede jugar tanto en banda izquierda como en la punta del ataque. Lucas Vázquez, por otra parte, ha hecho de la banda izquierda del Bernabéu un ecosistema paradisiaco para sus eléctricos movimientos.
Ante el Bilbao, el Real Madrid acabó con un 1-4-4-2, con Bale y Lucas en banda y con Cristiano y Morata en la lanzadera. Con las bajas de Modric y Casemiro es un once interesante que podría dotar de gran velocidad y amplitud al juego vertiginoso en el que suelen disfrutar muchos de los futbolistas blancos. Otra de las opciones, es utilizar el clásico 1-4-3-3, con Bale y Lucas Vázquez en las bandas y Morata en la punta del ataque, un once algo más complicado, ya que Zidane ha reiterado constantemente que la BBC es innegociable.
Morata y Lucas Vázquez están cansados de sacar matriculas de honor en los exámenes a los que les somete Zidane, dándoles entrada desde el banquillo. Anhelan ser titulares. La afición blanco comparte este pensamiento. Cristiano y Benzema ayudan a esta concepción con su rendimiento en el tramo inicial del curso. Quizás es hora de apostar por los nombres y no por los hombres.