Los tiempos están cambiando. Nos hacemos mayores, y con nosotros nuestros ídolos. Cada día vemos como Cristiano Ronaldo y Leo Messi se hacen más mayores, los dos grandes dominadores de nuestro deporte en los últimos 15 años. Hoy se entrega el Balón de Oro, un trofeo que ha estado monopolizado por estos dos, siendo ambos los máximos ganadores del mismo. Messi tiene 7 Balones de Oro, mientras que Cristiano tiene 5. Son cifras a las que ningún mortal se podría haber acercado, era algo impensable antes de que ambos irrumpiesen pues, hasta entonces, quienes más veces se lo había llevado eran Michel Platini y Johan Cruyff, ambos tres veces. Recordemos que este premio existe desde 1956.
Una vez se empezó a publicar el orden definitivo del ranking de los 30 finalistas al Balón de Oro 2022 saltó un dato estremecedor: desde 2005, Cristiano ocupa su peor puesto (20º), mientras que Messi ni siquiera entró en dicha lista de finalistas por primera vez desde la misma fecha. Una prueba irrefutable de que los tiempos cambian y que, aunque en muchas ocasiones no pareciesen humanos, lo son.
En esta reflexión también quiero abordar un tema que mucha gente defiende, y es el hecho de que si Leo Messi gana el Balón de Oro todos los años hasta que se retire está bien, porque es el mejor jugador del mundo. Si bien yo soy de los que piensa que Messi será el mejor jugador del mundo hasta que se retire, el Balón de Oro no premia eso sino al jugador que ha tenido la mejor temporada. Messi puede ser el mejor del mundo, pero si no ha tenido una buena temporada con su club se dice y no pasa nada. Ese fue el caso, pues la primera temporada en Paris estuvo muy alejada de lo que nos tiene acostumbrados. Lo que me alegra es que este segundo año en la capital francesa sí está siendo el Messi que conocemos, por lo que todos aquellos que justificaban su bajo rendimiento diciendo que era por la edad han quedado retratados, como todo aquel que alguna vez utilizó su nombre en vano.
Pareciera que por llevar la contra a todo aquel que opina eso, este año la revista France Football, encargada de dar este premio entre otros, ha dejado al argentino fuera de la lista de 30 finalistas. Lo han justificado diciendo que tenían una desagradable impresión de que parte de Leo se habría quedado en Barcelona (os aseguro que no solo una parte), su frecuencia de zancada, su determinación, un primer año en el PSG decepcionante y la eliminación contra el Real Madrid en Champions. Si me preguntan a mí no diré que deba ganarlo siempre haga lo que haga, pero creo que para Messi siempre tiene que haber un hueco entre los finalistas. Jamás va a hacer una temporada merecedora de quedarse fuera pues su peor campaña todavía está lejos de la mejor de algunos de los que sí aparecen en la lista.
Por su parte, Cristiano ocupa el 20º puesto, un lugar que creo que sí puede corresponder a su desempeño en el campo. CR7 está muy lejos de su mejor versión y estar entre los 20 mejores ya es un logro admirable a sus 37 años. Por supuesto, nadie lo ha logrado antes que él.
En fin, como decía al principio los tiempos cambian y con ellos las estrellas. Aunque estos dos hayan dominado un largo periodo este premio y, en general, el fútbol, es momento de que dejen hueco a los que vienen por detrás con una inercia tremenda dispuestos a ganarlo todo. Solo me queda darles el pésame a todos aquellos grandiosos jugadores que compartieron época con Messi y Ronaldo y que se quedaron sin su oportunidad de brillar en esta gala, véase los Xavi, Iniesta, Neymar, Ibra, Ribéry, etc. A partir de hoy, que gane quien más se lo merezca. Este año ese nombre es Karim Benzema.
Imagen de cabecera: France Football