Llega el final de un 2015 histórico para la mejor liga del mundo. La irrupción de los Warriors de Stephen Curry ha revolucionado la NBA, y no parece que eso vaya a cambiar en el nuevo año. Un 29-2 para empezar la temporada, el mejor record de siempre tras 31 partidos, puede que sea sólo el inicio de una hazaña mayor, batir el mítico 72-10 de los Bulls de Michael Jordan. Para Curry y los Warriors, el año ha sido casi inmejorable, pero seguro que muchos otros en la liga esperan que 2016 sea su año. Ahí van unos cuantos propósitos de año nuevo:
New Orleans Pelicans: Remontar el vuelo
Tras acabar la temporada pasada con una primera experiencia en playoffs, se esperaba muchísimo más de los de Nueva Orleans en este comienzo de temporada. Actualmente ocupan un desastroso penúltimo puesto de la conferencia con un balance de 10-21. A pesar de todo, el bajo nivel (en comparación a otros años) del oeste esta temporada hace que sigan dentro de la carrera por los últimos puestos de playoffs. El equipo ha mostrado una mejoría en las últimas fechas, saldando con un 5-5 su balance de los últimos 10 choques. El nivel del equipo debe ir a mucho más, y deben empezar a crecer ya, de lo contrario nos quedaremos sin ver a Anthony Davis en los playoffs 2016.
Minnesota Timberwolves: Consistencia
Su desastrosa pasada campaña les trajo como regalo al mejor rookie de lo que llevamos de temporada: Karl Anthony Towns. El equipo se hizo también con veteranos como Tyshaun Prince o André Miller y junto al joven bloque liderado por Ricky Rubio y Andrew Wiggins, los Wolves empezaban el curso como candidatos a dar un susto en el oeste. Sin embargo, se están encontrando con los problemas de los viejos Timberwolves: problemas físicos y de acierto en el tiro de Ricky Rubio, el agujero defensivo que genera siempre Kevin Martin, partidos igualados que siempre caen del lado del rival… Andrew Wiggins, tras ganar el premio al rookie del año en 2015, parece estancado en su progresión, y tiene problemas para anotar desde posiciones exteriores con fluidez. La pérdida de Flip Saunders, el arquitecto de este equipo justo antes de empezar la temporada también ha supuesto un duro golpe para la franquicia. Pese a todo, los jóvenes Minnesota Timberwolves tienen muchísimo talento, y con ser un poco más consistentes en su juego, pueden llegar a convertirse en un equipo competitivo el próximo año.
Washington Wizards: Salud… y Kevin Durant
Los capitalinos han tenido un inicio de temporada bastante accidentado. El mal juego de John Wall durante las primeras semanas, unido a las lesiones de Bradley Beal, Drew Gooden, Alan Anderson, Nene o Gary Neal, han llevado a la franquicia a estar fuera de playoffs a estas alturas del año. Bradley Beal no renovó con el equipo, con lo que todo hace indicar que en las oficinas de los Wizards confían en que Kevin Durant (nacido en Washington) vuelva a casa este verano. Deportivamente, el equipo no está mostrando que sea un destino mejor para él que Oklahoma, y en los Wizards también tendría que compartir protagonismo con un base muy anotador como es John Wall. En Washington confían que la posibilidad de volver a casa (y a un mercado mucho más grande que Oklahoma City) pese más que otros factores en la decisión que tome Durant este verano, y que así puedan convertirse en aspirantes al anillo.
Cleveland Cavaliers: El anillo
El primer año de la era Blatt se saldó con una visita a las finales. Este año en Cleveland no vale otra cosa que no sea el título. Los Cavs han comenzado la campaña con velocidad crucero, liderando con comodidad una mejorada conferencia este, y acoplando definitivamente a Kevin Love como arma ofensiva. Irving acaba de recuperarse de la lesión que sufrió en las finales, y LeBron y los suyos se dosifican para llegar en el mejor estado posible a los playoffs. Mo Williams y Richard Jefferson, las 2 únicas incorporaciones del equipo este verano, se han adaptado perfectamente al sistema de Blatt, y los Cavaliers serán en 2016 un equipo mucho más peligroso que en 2015. La ciudad de Cleveland lleva más de 50 años sin ver a ninguno de sus equipos profesionales alzarse con un campeonato. A LeBron no le quedan muchos años al máximo nivel, asique toda la ciudad confía en él y en los Cavs para ganar por fin ese ansiado trofeo.