En todos los resúmenes del Australian Open recordaremos esta segunda ronda. La locura se ha apoderado del torneo y los favoritos no son favoritos. La mayor decepción fue la de Rafa Nadal, que terminó su partido lesionado, y que sucumbió en tres sets ayer. Sin embargo, hoy íbamos a vivir más sorpresas.
Zverev, al que se le nota su falta de juego tras su lesión, cayó ante Mmoh en cuatro mangas. Cabe recordar que su rival era un ‘lucky loser’, uno de aquellos jugadores que pierden en la fase previa de la competición. «Justo cuando crees que todo parece oscuro hay una luz al final del túnel. Mi semana es una prueba de ello. Había hecho mi maleta, tenía mi vuelo reservado. El hecho de estar jugando en la Margaret Court es una locura. Ni siquiera se supone que debo estar aquí», aseguró el vencedor.
Y tras la derrota del número 1 ayer, era el turno del 2: Casper Ruud. El noruego es uno de esos deportistas a los que le deseas lo mejor. Educado como nadie, reconoció la demoledora actuación de Jenson Brooksby. El estadounidense selló el triunfo en cuatro sets. Los pinchazos de los dos mejores jugadores del torneo antes de la tercera ronda son históricos: es la primera vez que ocurre en un Grand Slam desde 2002.
Taylor Fritz, octavo cabeza de serie, tampoco pudo con Alexei Popyrin. El australiano, héroe local, no se lo podía creer al confirmar su resultado. El envite duró más de cuatro horas y desató la locura en el coliseo australiano. Jugará próximamente contra Ben Shelton. Con la retirada también de Nick Kyrgios el cuadro queda desierto de elegidos.
Por otro lado, Roberto Bautista le dio una alegría a la Armada después de remontar dos mangas a Brandon Holt. No le acompañará el malagueño Davidovich, que perdió en el set definitivo ante Tommy Paul. En el cuadro femenino, Nuria Párrizas se sumó a Cristina Bucsa en la siguiente ronda. Por cierto, Bucsa juega esta madrugada ante Swiatek. Partidazo.
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