El Real Madrid consiguió la decimocuarta Champions League de su historia el pasado sábado en Saint Denis, París. Los de Ancelotti han culminado una temporada histórica para el club, consiguiendo un balance total de 3 sobre 4 títulos posibles.
El técnico italiano, sin hacer mucho ruido, ha vuelto a dar una master class en cómo debe manejarse una plantilla de tan alto nivel. Ancelotti ha conducido al equipo desde la más pura sencillez, con una brillante gestión de vestuario y un fantástico trabajo táctico, simplificando muchos conceptos, intentando cohibir lo menos posible la imaginación de sus jugadores.
Adentrándonos en los aspectos más tácticos del juego, hemos podido observar cómo el técnico madridista ha tirado de sus raíces italianas, priorizando el trabajo y el buen hacer en labores defensivas por encima de las ofensivas. En una entrevista con Jorge Valdano, mencionó que en muchas ocasiones el buen hacer de cara a portería, es fruto de la imaginación de los jugadores.
Carletto ha diseño un Real Madrid sencillo, sin grandes novedades tácticas, pero eficaz en sus comportamientos dentro del terreno de juego. Para ello, el italiano ubicó a su equipo en un bloque bajo en fase defensiva, defendiendo con 10, y dejando a Karim Benzema descolgado para una posible transición defensa-ataque (comportamiento ofensivo más utilizado durante la temporada).
Debido a la perfecta sincronización defensiva que tuvieron desde el primer momento Alaba y Militao, el fantástico rendimiento que ha ofrecido Courtois, el perfecto trabajo en labores defensivas de Casemiro, y el aporte de Valverde como falso extremo derecho, hicieron cada vez más sólido al Real Madrid. Gracias a todo esto, consiguieron tener un dominio perfecto de la defensa de los momentos de ataque 3/4 y finalización por parte del equipo rival.
Focalizándonos en los comportamientos ofensivos de los blancos durante el transcurso de la temporada, hemos podido observar cómo los de Ancelotti han conseguido brillar en la ejecución de la transición defensa-ataque como comportamiento más habitual en su forma de atacar.
Gracias a las figuras de Benzema como primer receptor tras robo, y de Vinicius Jr. como hombre clave en atacar la profundidad de los equipos rivales, los blancos se han mostrado intratables en esta fase del juego, consiguiendo solventar innumerables partidos a través de rápidas acciones, tal y como se vio reflejado en la final de la UEFA Champions League contra el Liverpool FC.
No obstante, los de Carletto también han tenido que llevar la iniciativa de los encuentros en muchos partidos. Para ello, y como ha ocurrido en los últimos 8 años, las figuras de Modric, Kroos y Casemiro han sido trascendentales. Entre los tres genios del centro del campo blanco, han conseguido dominar los tiempos, desordenar las organizaciones defensivas rivales y orientar siempre el juego hacia los espacios favorables de progresión.
En conclusión, Carlo Ancelotti ha construido un equipo ganador desde la sencillez de los procesos, entendido desde un primer momento que serían los jugadores a través de sus virtudes individuales, los que condicionarían y potenciarían los comportamientos colectivos del equipo blanco.