“No es una vergüenza caer, pero si lo es no volver a levantarte”. Estas son las palabras de Miroslav Klose que la DFB – la Deutschtes Fussball Bund- recogió al delantero al preguntarles a sus jugadores por una frase sobre el éxito y el camino hacia este mismo. Palabras del que ahora es leyenda viva, que escribe con cada pase y cada gol la historia de Alemania y de su fútbol. Miro ha entrado en el club de la historia de los mundiales rompiendo récords y con la facilidad del que tiene la medida cogida y realiza movimientos mecánicos de rutina.
Bota de oro en el mundial de Alemania 2006 con 5 goles, los mismos que marcó en su primer torneo, el de Korea y Japón. Único jugador en marcar al menos cuatro tantos en tres citas mundialistas seguidas, los dos anteriores más el de Sudáfrica 2010. El jugador más “viejo” en marcar para la selección alemana, el más goleador del conjunto germano en toda su historia superando al mítico “Bomber der Nation”, Gerd Müller, el polaco de nacimiento lleva ya 70 goles en 133 partidos para la Mannschaft. Sólo le supera el mítico Matthäus en cuanto a cuantas veces un futbolista se vistió la camiseta del águila en el pecho.
Nació en Polonia en el 1978, con ocho años se trasladó a la localidad de Kusel con su padre Josef Klose, también futbolista de profesión. Con veinte años y tras seis meses en el primer equipo del FC Homburg, fichó por el Kaiserslautern. En el filial del club de los diablos rojos impresionó y tras dos temporadas subió a la plantilla de los profesionales poniendo en su cuenta 44 goles en 120 partidos. Él ya era de récord. Tras esto fue a parar al Werder Bremen dónde aumento su “ratio” de goles por minuto jugado, vistió la camiseta de los verdiblancos en 89 ocasiones y acabó con una cifra de 53 anotaciones. No es de extrañar que llamara la atención del gigante bávaro que se hizo con sus servicios en 2007 y aunque Klose bajó el ritmo nunca dejó de asistir a su cita con el gol, esta vez, con el Bayern.
Actualmente juega para el SS Lazio en la Serie A, desde 2011, dónde parece que se retirará al final de la temporada 2014/15. “Ahora mismo tengo asumido que el punto y final es en 2015″ anunciaba en BILD con la aclaración de que esto puede no ser así, dependiendo de sus actitudes físicas y de las lesiones. Pero el nombre de Miroslav está grabado a fuego en la mente de todos los aficionados alemanes.
El “Salto-Klose”, como lo apoda la prensa del país germano, tiene a su nombre los récords que tardarán volver a ser batidos o que quizás nadie nunca más romperá. En su haber todas las condecoraciones que lo hacen ser leyenda dentro y fuera de su país. Más de 200 goles en 524 participaciones en todas las competiciones en Alemania e Italia, sin contar las convocatorias nacionales, está claro que Klose es uno de esos hombres que quizás no hace filigranas, ni es bonito, pero es efectivo, con él Alemania gana en precisión y en gol. Y aunque Löw en las ruedas de prensa previas al mundial declaró que el delantero iba “como desatascador de partidos difíciles” Alemania siempre acude a él, la Mannschaft gana con sus goles, enamora con su llegada. Él es el que con su cabeza, con sus remates, con sus mortales tras enviar la pelota al fondo de la red, él, Miro, es el que señala el camino del National Elf. El que rescata a su equipo y lo conduce por el camino de la victoria.
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