Las selecciones de fútbol de Italia y Albania disputan este martes en Génova un partido amistoso, cuya recaudación irá destinada a los afectados por las graves inundaciones que sufrió la zona el pasado mes. La intrahistoria de este primer partido en la historia entre ambos combinados nacionales tiene, también, otro trasfondo diferente.
Apenas 72 kilómetros separan las costas de Albania y el Capo d’Otranto, el punto más oriental de Italia, situado en el Salento, a través de los últimos oleajes del Mar Adriático. Una zona estratégica para controlar el Mediterráneo y de habitual flujo de inmigración. De hecho, la colonia albanesa que habita en Italia ronda el medio millón de habitantes.
Uno de ellos fue Gzim Hysaj, padre de Elseid, lateral del Empoli y uno de los jugadores jóvenes más destacados de la selección de Albania. En 1994, poco después del nacimiento de su hijo, Gzim cruzó de costa a costa en un peligroso viaje en patera, y pudo instalarse en Italia para buscar trabajo y ayudar a su familia. Mientras tanto, Elseid crecía junto al resto de su familia en Skhodër, su ciudad natal, al norte de Albania.
Tiempo después, Gzim, albañil, trabajaba en una reforma en la Toscana, concretamente en la casa del representante de futbolistas Marco Piccioli, con el que trabó amistad. Le comentó que tenía un hijo, entonces con diez años, que jugaba muy bien al fútbol, y el agente le respondió que volviera en cuatro años. Así se hizo y en febrero de 2008 Piccioli le preparó una prueba al pequeño Elseid, recién llegado de Albania, para entrar a la Fiorentina. Por temas burocráticos, recaló en la vecina Empoli, donde empezó a destacar enseguida en el vivaio del modesto equipo toscano.
En 2012 debutó en Serie B e inmediatamente se hizo con la titularidad en el Empoli, gracias a su versatilidad para jugar en ambas bandas. El equipo consiguió el ascenso a la máxima categoría el pasado mes de junio y Elseid Hysaj es uno de los futbolistas más destacados del conjunto azzurro en este inicio de temporada. Además, es un fijo en las alineaciones de la selección de Albania, donde también ha sido uno de los futbolistas más jóvenes que han vestido la camiseta roja de las Águilas.
En Génova, un par de horas al norte de su Empoli, Hysaj se enfrentará al país que acogió a su padre, como a tantos albaneses, y que le ha lanzado futbolísticamente a la élite. Y no estará solo. En las gradas de Marassi se esperan más de 10.000 compatriotas que le apoyarán en el partido contra la selección italiana.