Una gran realidad. No lleva ni tres años en la Liga, pero la ascensión de Mikel Oyarzabal ha llegado a un punto en el que ya es imprescindible en su equipo, candidato a llegar lejos en Europa League. Internacional sub-21, el joven de Éibar está firmando unos números espectaculares en este primer tramo de campeonato.
Son ya siete goles y tres asistencias las que adornan sus estadísticas, confirmándose como uno de los mejores centrocampistas llegadores del torneo. De un talento descomunal que no deja de sorprender, su regularidad le ha llevado a dejar de ser una promesa con apenas 20 años. Inter de Milán, Juventus y Tottenham ya tocan a la puerta para interesarse por él. Oyarzabal es uno de los futbolistas más completos de entre los que juegan en su posición.
Veloz, ágil en la toma de decisiones, inteligente, buen pase interior, excelente golpeo y centro al área, y un derrochador de sacrificio que le convierte en un ejemplo a seguir. Juega como un veterano, pero con las habilidades de una joya. Capaz, además, de marcar goles de todo tipo, como el que le hizo al Barça con un espectacular remate de cabeza, o el que anotó ante el Villarreal en Copa el año pasado, destrozando a un defensa y fusilando la portería. Lo tiene todo para triunfar.
Goleadas de Primera. Nos hemos acostumbrado a ver resultados tan aplastantes en equipos como Barça, Real Madrid o Atlético (estos dos últimos no tanto esta temporada) que a veces creemos que es fácil ganar por cuatro o cinco goles de diferencia. En esta misma jornada dos equipos que empezaron siendo candidatos a luchar por la permanencia han logrado victorias espectaculares para el deleite de su afición.
El Getafe de Bordalás, técnico caracterizado por priorizar la seguridad defensiva en sus equipos, abrió el sábado ante un rival directo como el Deportivo Alavés. A los 10 minutos, los azulones ya ganaban 2-0 con goles de Vergara y Jorge Molina. Pasada la hora de partido el resultado era de 4-0, redondeado con un doblete de Ángel. Los vitorianos solo pudieron maquillar el resultado al final. El recién ascendido marcha décimo con 16 puntos (cinco más que en la última campaña en Primera) y gran parte de culpa la tiene su dupla en ataque, Jorge y Ángel, con cuatro y seis goles respectivamente.
Más abajo en la clasificación está el Éibar, que enlazaba ocho partidos sin ganar y tenía a Mendilíbar en la cuerda floja. Se enfrentaba al Betis de Quique Setién, un equipo que juega bien y que está llamado a estar en la parte alta de la clasificación este curso. Por ello fue más sorprendente el 5-0 de los armeros, en la mayor goleada de la historia del equipo vasco en Primera. La victoria, como la del Getafe, se puso en camino pronto, cuando a los seis minutos Jordi Amat se metía un gol en propia meta. La expulsión de Mendi tras el descanso (con penalti en contra) puso el encuentro cuesta abajo. Charles, a sus 33 años y tras estancarse en el Málaga a la sombra de Sandro, firmó un doblete. Inui, soberbio. Sergi Enrich volvió a mojar. Y Éibar volvió a sonreír al alejarse de los puestos de descenso.
El Metropolitano se atraganta. El nuevo estadio del Atlético es moderno, lujoso, espacioso, deslumbrante. Pero parece que el equipo de Simeone todavía no se ha habituado a su nueva casa. Si, es verdad que por el Wanda han pasado últimamente el Villarreal, el Barça, el Chelsea o el Madrid. Pero también el Qarabaj, que logró rascar un empate. En los últimos cinco partidos disputados en casa, el cuadro rojiblanco solo ha sumado cuatro puntos, y apenas cuatro goles.
El Atlético no estaba tanto tiempo sin ganar en casa desde 2009. El último triunfo fue el 23 de octubre ante el Sevilla. Era el segundo partido que disputaban en el Metropolitano, y la segunda victoria tras la del debut ante el Málaga. La dinámica se ha torcido completamente, y ahora llega una Roma lanzada y deseosa de eliminar al cuadro del Cholo de la Champions League de forma prematura. Volver a ser fuertes en casa es clave.
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