Hay momentos en la vida en los que todo te sale bien, en los que hasta el gyn-tonic de garrafón de aquel tugurio no te sabe tan mal y en los que si eres delantero, todo lo que tocas, va para dentro. Algo así le está sucediendo a Harry Kane, o el “Príncipe Harry” como le han bautizado en algunos medios del Reino Unido. Incluso él mismo ha reconocido que no pasaba por un estado de forma así de cara al gol desde que jugaba en las calles de Londres, la ciudad que le vio nacer.
El atacante inglés ha firmado un mes de septiembre excelso, en el que ha marcado 13 tantos en 8 partidos contando también compromisos internacionales. Un récord que ostentaban nada menos que Cristiano Ronaldo y Messi. Con la cabeza, con la derecha, con la izquierda…a Harry Kane le da igual, lo único que tienen en mente es que la pelotita entre en la portería. “Somos afortunados de contar con él. Si tiene una oportunidad, hay muchas opciones de que acabe en gol”, decía el seleccionador británico, Gareth Southgate tras contemplar como el atacante británico le daba la clasificación a Inglaterra para el Mundial de Rusia 2018 tras anotar ante Eslovenia.
Sin embargo, la carrera de Harry Kane no siempre ha estado ligada al color blanquiazul de los Spurs. A los ocho años, cuando aún jugaba para el Ridgeway Rovers, el mismo club en el que David Beckham empezó su carrera, fue fichado por el Arsenal donde sólo pasó una temporada. Después, fue el Watford quien decidió apostar por él, pero tampoco cuajó y fue con 11 años cuando aterrizó en las categorías inferiores del Tottenham, su equipo.
No fue un camino de rosas, y a pesar de formar parte de la cantera de los Spurs, salió cedido en varias ocasiones rumbo al Leyton Orient, Milwall, Norwich y Leicester, respectivamente, hasta que finalmente llegó su salvador. André Villas Boas le hizo debutar en 2012 en St James Park pero fue Mauricio Pochettino quien de verdad confió en él. El técnico argentino decidió que ese niño rubio y delgaducho que se había pasado su infancia animando en las gradas de White Hart Lane, merecía un papel titular en la delantera.
No le ha salido mal la apuesta y es que en las últimas tres temporadas, Harry Kane ha sumado un total de 94 goles. Muchas veces se ha dicho que está en la cumbre de su carrera deportiva, pero con 24 años, su techo parece no tener fin. De nuevo, ha firmado un arranque fantástico de temporada y 2017 está siendo, sin duda, su mejor año en como profesional. Le avalan 43 goles en 37 partidos, una media de 1,16 tantos por encuentro. Casi nada. Además, su nombre aparece entre los nominados al Balón de Oro junto a los otros 49 mejores futbolistas del planeta. Lo dicho, hay momentos en la vida en los que todo te sale bien y Harry Kane parece estar sumido en uno de ellos de manera permanente.
You must be logged in to post a comment Login