Higuaín contaba una vez que Ruud Van Nistelrooy le dijo que los goles son como el ketchup, que hay veces que no salen por mucho que lo intentes pero que otras vienen todos de golpe. No es la frase más lírica de la historia del fútbol, no es producto de la majestuosa pluma de Galeano, pero es difícil encontrar una mejor para definir las rachas de los delanteros.
Aunque hay un chico inglés que, sin hacer ruido, está dando trabajo constante a los filósofos del fútbol. No hay frase que pueda describir la voracidad y capacidad goleadora de Harry Kane. Un delantero que no entiende de rachas, de momentos ni de escenarios, un cartero que siempre llega a tiempo, que arruinaría a todas las empresas de ketchup si la cita de Ruud fuese llevada a la materialidad. Harry Kane, el cartero del gol.
Los amantes del basket recordaran a Karl Malone, el cartero. Un jugador clave en la edad de oro del baloncesto en Salt Lake City. Junto a John Stockton, llevó a los Jazz a dos finales de la NBA en 1997 y 1998, que probablemente hubieran ganado de no ser por el más grande de todos los tiempos con la pelota naranja en las manos. Harry Kane es el Karl Malone del Tottenham. El cartero. Un jugador con una habilidad pasmosa para repartir, en este caso, goles, y llevarlos a su destino, la portería, sin importar adversario, escenario o condiciones climatológicas. Por continuar con el símil baloncestístico, vamos a analizar sus estadísticas, algo que tanto gusta en la NBA para sustentar sobre ellas nuestra tesis.
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Desde su explosión en la élite en la temporada 2014/15, ha marcado 94 goles en 139 encuentros, una media de 0.67 tantos por encuentro. Ha disputado 10.861 minutos, por lo que su ratio sale a gol cada 115 minutos. Es decir, en un equipo como el Tottenham, que no es el Real Madrid, el Barça o el Bayern que vaya a dominar cada partido de forma abusiva y generar 20 ocasiones de gol en el mismo, promedia un partido y 26 minutos del siguiente sin marcar, como máximo. O sea, cada dos partidos marca. (Según su media, evidentemente ha estado más de dos partidos consecutivos sin marcar en varias ocasiones)
Aunque es una media que no está tan lejos de la realidad. En la temporada 14/15 disputó 51 partidos y marco en 23 de ellos. En la 15/16 vio portería en 20 de los 50 disputados, y en la 16/17 ha hecho lo propio en 20 partidos de 38. En total, ha marcado en 63 partidos de los 139 disputados, en el 45.3% de sus apariciones. Muy cerca de marcar en la mitad todos sus encuentros. Unos datos mucho más significativos si además tenemos en cuenta su eficacia.
Kane no es un jugador egoísta, que dispare 10 veces por partido y que solo le importe el gol. La temporada 14/15 realizó 47 tiros a portería en 34 partidos de Premier League y marcó 21 de ellos. La pasada campaña 15/16, en la que fue pichichi, transformó 25 de los 74 disparos realizados y en esta edición 16/17, ha hecho 29 dianas con 89 intentos. Lo que nos da un total de 75 goles en liga sobre 210 disparos, un 35% de eficacia en Premier League.
Unos datos reveladores de importancia de Harry Kane en el gran momento que vive el Tottenham en estas últimas temporadas. Un jugador único, que vive por y para el gol pero que no vive obsesionado con ello, sino con ganar, tal vez ese sea el secreto. El cartero del gol que, al igual que Malone hiciese con Stockton, ha encontrado a su media naranja en Dele Alli y han formado una dupla envidiable que hace y hará soñar a los Spurs, esto no tiene nada que ver con el baloncesto, con su primer título liguero en más de 50 años. La pasada temporada tuvieron a su Jordan y Pippen particulares en Vardy y Mahrez pero, ¿confiamos en Harry “Envíos Urgentes” Kane? Yo digo sí. Las estadísticas también.