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Fútbol sudamericano

Guilherme Arana, un Dani Alves para la izquierda del Sevilla

Era un secreto a voces que Guilherme Arana iba a salir de Brasil con destino a Europa este mismo mercado invernal. Se daban todos los ingredientes para que el lateral zurdo cruzase el charco camino a un fútbol más competitivo. La Liga de Brasil termina en diciembre, y lo va a hacer con Corinthians, su equipo, como campeón del torneo. Eso, unido al momento de forma del jugador, por el cual se puede sacar un buen pellizco, supone que la afición y la directiva haya visto el momento idóneo para ver la salida de quizás su mejor jugador, a sabiendas que la venta, más pronto que tarde, iba a terminar haciéndose. Ha sido el propio Arana quien ha confirmado ya varias veces que su destino va a ser el Sevilla, porque aunque hubo interés de otros clubes (Atlético y Barcelona) nunca llegó una oferta formal de ellos y el chico no quiso esperar. «Yo ya he firmado, solo falta que lo haga el presidente del Corinthians», acaba de afirmar el jugador, que dejará en las arcas unos 11 millones por el 80% de su pase. Por eso, salvo giro de 180º, podemos afirmar que Arana será jugador del Sevilla.

Guilherme Arana fue de lo poco, por no decir lo único, que destacó de Brasil en el pasado Sudamericano Sub20 que se celebró a principios de año. Un equipo absolutamente carente de talento que acabó quinto en el hexagonal final y que perdió su plaza para el Mundial de la categoría en la última jornada. Pero Arana, desde el costado zurdo, siempre fue un peligro constante. Hay jugadores que siempre hay que seguir en estos torneos juveniles por historia, por proyección, por las estrellas que luego han terminado saliendo: El ’10’ de Argentina, los laterales de Brasil, el ‘9’ de Alemania…. Y Arana, ciertamente, fue fiel a la tradición.

Guilherme Arana tiene solo 20 años y está en el momento en el que tiene que decidir qué jugador va a ser. La decisión que tome le hará convertirse en Marcelo o en Siqueira. Está en una situación de su carrera en la que tiene que dar los pasos correctos, porque tiene condiciones de sobra para convertirse en cualquiera de los dos. Bueno con los pies, irregular con la cabeza. Con el balón, Arana es un peligro constante, pero a veces se trata de un cuchillo de doble filo. Arriesga donde no tiene que hacerlo, regatea donde no está permitido o se confía con pases que es mejor dejar a otro tipo de jugador. Le encanta buscar el caño cuando se mide a su par. Y cuando sale, levanta a la grada. Cuando no, lo hace con la ira de su técnico. Fuera de la cancha, de momento, las referencias no son las mejores, con una vida social agitada que no se cansa de mostrar en las redes sociales. Sí, a Arana también le han pillado mandando fotos comprometidas (absolutamente desnudo) en Instagram. Y eso genera polémica constante.

Por eso está en el momento idóneo de dar el paso a Europa y convertirse de verdad en un hombre, en un adulto, en un jugador responsable. Son muchos los que se han quedado en el camino por estar más pendientes de la fama que del balón. Digamos que no se trata, de momento, de un chico con la cabeza bien amueblada. Todo eso pasa a un segundo plano cuando salta al campo. Arana es rápido, potente, incisivo. Posee un gran manejo de balón, se asocia con facilidad y centra bien desde el costado. Llega bien al último tramo del campo y sorprende desde atrás. Por eso, en el Sudamericano logró hacer dos dianas en un torneo corto. Con el Corinthians, con el que ya ha superado el medio centenar de partidos, suma cuatro goles.

Arana llegará a Europa en el momento perfecto. Enero, sin la exigencia de ser titular indiscutible. A aprender en el lateral de Sergio Escudero, a adquirir los automatismos del Sevilla, a coger el ritmo del fútbol europeo. Exactamente lo mismo que hizo Malcom (Girondins de Burdeos), la última estrella que salió del Timao. En Arana, el Sevilla busca algo similar a lo que encontró con Dani Alves, aunque la burbuja económica haya hecho al equipo hispalense tener que rascarse algo más el bolsillo. Arana es un continuo creador de juego desde el costado, una figura que vemos cada día con mayor asiduidad, sobre todo en los carrileros de la canarinha. Filipe Luis, Marcelo o Jorge son los motores de la creatividad de Atlético, Real Madrid y Mónaco, por ejemplo. Igual que en su día lo fue Dani Alves en el propio Sevilla en el otro perfil.

Pero Arana es aún un jugador que está muy verde, que tiene muchas lagunas defensivas que se acentuarán a buen seguro a su llegada a España. Tendrá que pulirlas con paciencia. Cometerá errores, alternará buenas actuaciones con fallos de bulto, se ganará detractores y defensores. Nunca fue fácil cruzar el gran charco y por sus condiciones como futbolista puede acabar siendo un diez o un cero.

Si decimos que el lateral zurdo siempre ha sido una posición clásica del fútbol brasileño, porque por ahí pasaron Roberto Carlos, Branco, Marcelo, Filipe Luis o Júnior, es necesario prestar muchísima atención a lo que pueda hacer Arana, que a día de hoy, es quizás el segundo lateral con más proyección del país, solo superado por Jorge, a quien el Mónaco aseguró hace meses ya y que está teniendo un gran impacto en su adaptación al fútbol europeo. Jorge es un superclase. Si bien Arana parece algo lejos de su nivel, porque el del Mónaco está llamado a ser uno de los laterales que haga historia en el país, es cierto que si acaba demostrando todo el potencial que promete, el Sevilla se habrá asegurado tener un valor de futuro, un jugador joven con un margen de mejora infinito y que a buen seguro, si todo sale como debería, se revalorizará en los próximos años. Arana ha dado el mejor paso, en el mejor momento y a un equipo ganador. El escenario es magnífico. Ahora deberá ser él quien decida si quiere ser recordado como uno de los grandes, o acabar encerrado en el cajón de los sueños rotos.

 

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