Focos para Cristiane

Brasil llegó al Mundial de Francia lleno de dudas. No ha sido un año fácil
para las cariocas, que no ganaban un partido de fútbol desde el 29 de julio de
2018. Fue ante Japón (1-2), en el Torneo de las Naciones, donde solo cinco días
después recibieron un duro correctivo ante Estados Unidos (4-1).

Fue la primera de una larga lista de derrotas, todas ante rivales de peso
eso sí. Canadá, Inglaterra dos veces, Francia, Japón, de nuevo Estados Unidos,
España y Escocia fueron sus verdugos en los choques de preparación hacia la
Copa del Mundo. Desde luego, las sensaciones tras nueve derrotas consecutivas
no eran las más óptimas para afrontar la cita. Sin embargo, la inocencia del
primer rival de la fase de grupos podía suponer cierto bálsamo para la
canarinha. Y así fue.

Porque la débil Jamaica (53º en el ránking FIFA), debutante en un Mundial y
con una selección construida de la nada, tiró de honor y desparpajo para firmar
una actuación noble, pero insuficiente en cualquier caso para marcharse con un
resultado positivo. La gran intervención de su portera, la jovencísima Sydney
Schneider (19 años) evitó una derrota más abultada con grandes intervenciones,
incluido un penalti detenido a Andressa Alves, que captó la admiración del
mismísimo Usain Bolt en redes sociales.

Pero si alguien sobresalió en el Stade des Alpes de Grenoble fue Cristiane,
que con sus tres goles se convirtió en la máxima goleadora del torneo y en la
primera brasileña en firmar un hat-trick desde 1999. Demostró ser una delantera
de variados registros: el primero con un poderoso remate de cabeza, el segundo
apareciendo en el área en el momento perfecto y el tercero con un magistral
lanzamiento de falta. “Quien estuvo a mi lado sabe lo que pasé”, dijo la
futbolista del Sao Paulo, que no marcaba con la canarinha desde hacía 14 meses.
Con Marta lesionada, los focos fueron para una delantera trotamundos (ha jugado
hasta en ocho países distintos) que se ha consagrado como una de las grandes
futbolistas de la historia de la selección brasileña.

Máxima goleadora de la historia de los Juegos Olímpicos (14), su
espectacular trayectoria solo es superada por la siempre galardonada Marta o la
incombustible Formiga (a sus 41 años está jugando su séptimo Mundial). En
Francia ha golpeado primero y está dispuesta a liderar el ataque si Marta no
regresa a tiempo. Italia y Australia han demostrado ser rivales rocosos y dos
malos partidos pueden desembocar en eliminación. “Sabemos los errores que
cometimos en el pasado pero esto es otra competición. Es un reto personal para
mí y para todo el grupo. Estamos muy unidas en esta misión”, dice Cristiane,
que a sus 34 años sigue por delante de futbolistas jóvenes y talentosas como
Ludmila o Geyse. A este nivel no hay quien le saque del once.