A priori, suplente es una de las palabras que más odian los futbolistas. No debe ser fácil para un jugador con aspiraciones a tener un rol vital en un equipo saber que de los cincuenta partidos que puede haber en una temporada, empezará cuarenta en el banquillo. Pero, el éxito, a veces, pasa también por la aceptación. Ferran Torres asumió su lugar en el Barça de Hansi Flick. Lo tenía difícil para ser titular en una delantera con Raphinha ‘prime’, Lewandowski, uno de los mejores nueves del mundo, y Lamine Yamal, insustituible en la derecha; aun así, el de Foios se hizo un propósito y está cumpliendo con creces.
“El papel de revulsivo no nos gusta, pero tengo que aprovechar los minutos que me dé el míster y demostrar que puedo ser titular”, fueron las palabras de Ferran tras ser preguntado por su función en el engranaje de Flick, hace dos semanas en Lisboa. Anoche en Mestalla, vimos la mejor versión del “tiburón”, que en su vuelta a casa firmó un hat-trick en apenas media hora. Actuando como delantero centro, le sacó brillo a una de sus grandes virtudes, el gol. Además de su buen trabajo y comprensión del espacio. La puntería afinada y la confianza en crecimiento, ¿le servirá al técnico para darle más minutos?
El siguiente dato es tan impactante como cierto. Sólo ha habido cuatro partidos en los que Lewandowski no ha jugado de inicio esta temporada; pues bien: Mallorca 1-5 Barça, Barça 5-1 Betis, Barça 7-1 Valencia y Valencia 0-5 Barça. Adivinen quién marcó en estos encuentros sin el polaco… Tampoco saquemos una conclusión equivocada, no es que se marquen más goles sin Robert, que lleva 30 esta temporada; pero, sí que demuestra que la manera de jugar que tiene este equipo beneficia y potencia a cualquier tipo de delantero con capacidad goleadora. Ferran es uno de estos, de los que reciben un dedo y te agarran el brazo. Por muchas críticas que reciba, siempre cumple con un cupo mínimo y más que digno para el equipo en el que se encuentra y la cantidad de minutos que juega.
Otro atropello. El Valencia de Carlos Corberán volvió a ser superado radicalmente por el Barça. El balance es de 12-1 en dos partidos. Por momentos, Mestalla pareció acoger un partido de pretemporada. Es realmente duro ver a un equipo tan histórico dar una imagen tan anticompetitiva, pero el valencianismo es el primero en asumir que su lucha es otra y no está para pelear contra un Barcelona que, contrariamente, sigue demostrando ser un claro candidato a ganar todos los títulos.
