La delegación española buscará en Belgrado mejorar la actuación de hace cuatro años en Birmingham. La capital serbia acoge este fin de semana el Campeonato del Mundo de Atletismo en Pista Cubierta cuatro años después y con los atletas hambrientos de medallas, tras la cancelación del evento hace dos años por la pandemia. En la última actuación, España se volvió a casa con un mal sabor de boca. Solo dos medallas, ambas de Bronce, en manos de Ana Peleteiro (triple salto) y Saúl Ordóñez (800m), y con la descalificación de Óscar Husillos que, habiendo sido campeón del mundo, vio cómo le era retirada la medalla por haber pisado por menos de un centímetro la calle anexa a la suya en la final del 400m.
En esta ocasión, 27 serán los atletas que tomarán partida. 14 hombres y 13 mujeres, aunque inicialmente eran más mujeres, porque a última hora una lesión ha hecho bajarse del evento a María Vicente y una Wild Card ha metido sobre la bocina a Jorge Ureña y Claudia Conte, además de la entrada de Ordóñez en el 1.500. La pentatleta no es la única en una enfermería que se ha visto llena a días antes del anuncio oficial pues Belén Toimil y Esther Guerrero, ambas con mínima, han tenido que bajarse de la cita. Ordóñez, no escogido por el seleccionador (solo pueden ir dos atletas por prueba salvo excepciones), ha entrado porque Mechaal ha elegido correr solo el 3.000m y no hacerlo en las dos pruebas para las que tenía plaza.
En el apartado masculino, hay muchas esperanzas depositadas en Quique Llopis y Asier Martínez para el 60m vallas. Llopis, más explosivo y Asier, finalista en los JJOO, han dejado fuera de la cita por méritos propios a toda una institución como Orlando Ortega y tienen mimbres suficientes como para pensar que pueden meterse en una final en la que seguro habrá ilustres como Pozzi, Martinot-Lagarde, Mallett, Eaton, Trajkovic, Czykier y el favoritísimo Holloway.
El 400 metros echará en falta a Óscar Husillos, que fue campeón de Europa en pista cubierta el año pasado. El de Astudillo no ha conseguido pasar el corte en la selección, y su puesto pasará para un recuperado Bruno Hortelano, campeón de España hace unos días, y Manuel Guijarro, que dio la sorpresa. Los dos tendrán mucho que correr si quieren tener opciones ante la armada neerlandesa, comandada por Bonevacia, y ante la peligrosidad de los norteamericanos, donde destaca Bassit. Taylor representará a Jamaica y otro caribeño como Richards, de Trinidad y Tobago, asoma entre los favoritos junto a un Pavel Maslak que no pasa por su mejor momento.
Bernat Canet tendrá que vérselas con los atletas más rápidos del mundo. El 6’61 que logró en el campeonato de España hace unos días le habría valido una medalla de bronce hace un año en el europeo. Pero esto es un Mundial, y aquí estar en la final está muy caro y complicado para el español, que tendrá que buscar rebajar su marca personal en una prueba en la que todas las miras estarán en el duelo a tres que pueden ofrecer el norteamericano Coleman, el su compatriota Bracy y el campeón olímpico Marcel Jacobs. El costamarfileño Cissé, un clásico, optará a medallas hasta el último metro en un evento en el que hay grandes atletas con marcas como Matadi, de Liberia, y Ogunode, de Catar. Destaca la ausencia de Hall, campeón del World Indoor Tour hace apenas unos días.
El 800 metros es quizás la prueba más abierta de todas porque no hay favoritos, es una carrera muy táctica y todos pueden ganar a todos. España acudirá con Mariano García, en un estado de forma soberbio, y Álvaro de Arriba, que fue Campeón de Europa en 2019 y un año antes, en la final del Mundial, fue quinto y quiere quitarse la espina de ganar una medalla ante los mejores del globo. Mariano es el líder mundial del año gracias a un 1:45:12 que le ha servido para convertirse en el español más rápido en correr los 800m en pista cubierta. En 2020 no pudo estar en el Mundial porque la pandemia evitó la competición. En 2021, una mala actuación le privó de pasar a la final del Mundial y meses después una apendicitis le dejó fuera de los Juegos. Ahora, es serio candidato en una distancia en la que también destacan atletas del calado de Gilles, Kramer, Hoppel, Kibet, Tuka o Kipruto y donde no estará el polaco Kszczot, que se iba a retirar en la cita pero ha colgado las zapatillas junto antes del evento.
El 1.500 tendrá a uno de los hombres de los campeonatos. Todas las miradas se centrarán en Jakob Ingebrigtsen, cuyo techo aún no tiene límite. Para presentar batalla, Ignacio Fontes y un repescado Saúl Ordóñez que se viene arriba en las finales. Además del noruego, otros serios candidatos como el británico Gourley, el keniata Kipsang o la nómina de etíopes, liderados por Tefera, el mayor peligro de Jakob para el Oro. No estará el australiano McSweyn, aunque su país si le nombró entre los convocados, pero el Covid que contrajo recientemente le ha dejado secuelas…
Quizás Mechaal ha esperado a saber en qué disciplina iba a correr el inalcanzable Ingebrigtsen para escoger la otra prueba. Así, lo hará solo en la larga distancia, buscando esa ansiada medalla que se le resiste. El español ha sido oro, plata y bronce en europeos, pero solo ha podido ser cuarto o quinto en mundiales y Juegos Olímpicos. Llega quizás en el mejor momento de su vida, tras establecer hace un mes el Récord de Europa en 3000m indoor, y tendrá que medirse a la armada de etíopes (Aregawi, Girma y Barega) que hace cuatro años le privaron de subir al podio, además del keniata Krop.
Por su parte, Jorge Ureña llega con una Wild Card a una prueba combinada donde el favorito es el canadiense Warner debido a la ausencia del actual campeón Mayer. Ureña fue campeón continental en 2019 y el año pasado se tuvo que conformar con la plata, pero nunca ha conseguido metal en un mundial.
En el apartado femenino, Maribel Pérez se medirá ante las mujeres más rápidas del planeta. Casi a Récord de España por prueba, si consigue estar en esos tiempos, podría meterse en una final en la que será todas contra la polaca Ewa Swoboda, que la semana pasada se convirtió en la décima mujer en la historia en bajar de los 7 segundos. Ni siquiera las jamaicanas y las norteamericanas parece podrán con la polaca, en una prueba que han dominado en los últimos años las marfileñas (Ahouré y Ta Lou, que no estarán) y donde la suiza Kambundji y la británica Neita también tendrán mucho que decir. Sherika Jackson y Brianne Williams representarán a la siempre favorita a todo Jamaica y Estados Unidos lo hará con Sant-Price y Brisco, dos de las cuatro mujeres más rápidas del año.
El 400 metros será cosa de Femke Bol contra el resto de las mortales. La neerlandesa no parecía tener rival toda vez que las máximas especialistas norteamericanas no suelen correr bajo techo, aunque Wilson y Holmes darán la talla, como la también neerlandesa Klaver y las polacas Kielbansiska y Swiety-Ersetic. A última hora, eso sí, una nueva inscripción ha puesto todo patas arriba cuando se ha conocido que la bahameña Miller-Uibo correrá la distancia para plantar cara a Bol. España acudirá con una renacida Laura Bueno, que deja al fin atrás tantos problemas de lesiones, y con Sara Gallego, pero ambas tienen complicado acceder a la final.
Una situación similar se da en el 800 metros, donde Lorena Martín, nuestra única representante, está lejos de las mejores marcas, en posesión de africanas como Nakaayi o Girma, caribeñas como Goule, norteamericanas como la jovencísima Willis o la australiana Bisset, aunque la líder del año es la británica Hodkingson. Las africanas Nakaayi y Alemu también tendrán mucho que decir.
Quien sí va a doblar es Marta Pérez. Lo hará en el 1.500m y en el 3.000. Campeona de España de la prueba corta, una pequeña contractura le hizo perderse el último meeting en Madrid, pero sabiendo ya el alcance de su ‘lesión’, no dudó en afirmar que no es excusa y que no va a conservar en ninguna de las dos pruebas. Pensar en medallas se antoja complicado. En el 1.500, igual que sucede en el apartado masculino, las etíopes lo dominan todo, personalizando en una Tsegay que está rozando el récord del mundo. Además, otras ilustres como Hull, Nanyondo o Tanaka también estarán en Serbia. En 3.000, la cosa se abre un poco más, pero básicamente las rivales serán también del país africano. Taye, Hailu y Seyaum correrán por Ethiopía, y se suman las norteamericanas como Alicia Monson y la canadiense Debues-Stafford.
Xenia Benach y Teresa Errandonea pondrán el mordiente en el 60m vallas, una prueba que se ha abierto más por la lesión de Nadine Visser, una de las favoritas al oro. La jamaicana Williams es la líder mundial del año y se medirá a su compatriota Anderson, además de las norteamericanas Cunnigham y Johnson. Charlton, de Bahamas, cierra una candidatura de favoritas donde debería entrar la francesa Samba-Mayela.
En los concursos, España presentará opciones de medalla con Ana Peleteiro en el triple salto. Campeona de Europa, Bronce en los Juegos y Bronce hace cuatro años en esta misma prueba, solo habrá dos medallas disponibles porque la de Oro parece inamovible para una Yulimar Rojas que estará en otro planeta. Cierto es que la prueba está más competida que nunca, con la presencia de Orji, Mamona, Lafond, Povea, Tori Franklin o Bekh-Romachuk. Fátima Diamé hará lo propio en el la longitud, aunque se antoja complicado que pueda estar en una lucha por las medallas en la que las favoritas son Ivana Vuleta (Spanovic), Ugen, Jones, Sagnia, Burks o Iapichino. También la ucraniana Bekh-Romanchuk, que va a doblar.
En el Pentatlón no estará María Vicente, baja de última hora, pero sí Claudia Conte, repescada, en una prueba combinada donde la británica Katarina Johnson Thompson debería hacerse con el Oro. Como siempre, un solo fallo te deja fuera de todo y un gran acierto en cualquier disciplina te mete de lleno en la lucha por las medallas para los combineros.
Además, España aún tiene pendiente confirmar si puede estar en las dos pruebas de relevos de 4×400, donde particularmente el equipo masculino (Erta, Cañal, Guijarro, Hortelano y Sánchez) puede tener grandes opciones de meterse en la final. Por su parte, las chicas, también a expensas de la decisión de World Athletics, tienen en nómina a Avilés, Aauri Lorea Bokesa, Sara Gallego, Laura Bueno y Stephens. Como apunte, ni el máximo favorito es siempre infalible, ni el menos sonado es siempre Cenicienta, toda vez que hace cuatro años, en este mismo Mundial, las únicas medallas fueron de los ya citados Saúl Ordóñez y Ana Peleteiro, dos atletas que llegaron al evento de rebote, repescados por la IAAF pese a no tener marca mínima para competir en el Campeonato.
Imagen de cabecera: Getty Images
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