Villarreal y Mónaco jugarán mañana la ida de la eliminatoria previa de la Liga de Campeones en una cita que el conjunto español afrontará entre el sueño y la preocupación.
Fue una pretemporada convulsa para el club amarillo, que hace sólo una semana decidió despedir el técnico de sus últimos tres años, Marcelino García Toral, sin que existiera una explicación oficial, si bien la prensa española habló de disputas del entrenador con jugadores y dirigentes.
El nuevo preparador, Fran Escribá, apenas tuvo unos días para trabajar su idea de juego, y con lo que hay afrontará una eliminatoria vital para el club español, tanto en lo deportivo como en lo económico.
La esperanza del Villarreal es convertirse en el quinto equipo español en disputar la actual Liga de Campeones, que ya tiene entre sus participantes a Real Madrid, Barcelona, Atlético de Madrid y Sevilla.
Para ello, el equipo español apela al valor de jugar como local. «Necesitamos el apoyo de nuestra gente y estoy seguro de que vamos a ser muy fuertes también gracias a eso«, afirmó hoy el centrocampista Bruno Soriano.
La preocupación de los locales no está sólo en ver cómo se acopló el plantel al nuevo entrenador, sino en la cantidad de lesionados que tiene, como son los casos de Roberto Soldado, Denis Cheryshev, Jonathan Dos Santos, Cédric Bakambu, Víctor Ruiz, Jaume Costa y Daniele Bonera. Además, Nicola Sansone no puede jugar esta fase previa.
La gran novedad fue la presencia en la convocatoria del delantero colombiano Rafael Santos Borré, quien llega al club cedido por el Atlético de Madrid. También entró en la lista el brasileño Alexandre Pato.
Por su parte, el Mónaco afronta el encuentro sin el punta colombiano Radamel Falcao, todavía de baja por una lesión muscular, quien se unió a la baja de Djibril Sidibé. Su entrenador, Leonardo Jardim, sí podrá contar contar con el delantero Germain.
Los otros duelos eliminatorios serán Celtic-Hapoel Beer, Dundalk-Legia Varsovia, Porto-Roma y Ludogorets-Viktoria Plzen.
(DPA)