No está entre los 16 mejores de Inglaterra, pero sí entre los 16 mejores del fútbol europeo y sueña con meterse entre los ocho. En esa extraña paradoja afronta el Leicester el inicio mañana de su serie ante el Sevilla por los octavos de final de la Liga de Campeones.
El equipo de Claudio Ranieri se mide al conjunto español con la mente puesta en recuperarse en la Premier League, donde está cada vez más comprometido con el descenso. Sin embargo, el partido ante el Sevilla lo encuentra al mismo tiempo en la situación que más le agrada: la de no ser favorito y no tener nada que perder.
«Debemos aprender lo que nos ha enseñado el Millwall: hay que jugar con carácter y pasión», afirmó Ranieri tras la reciente derrota ante el equipo de tercera división en la Copa Inglesa.
La caída ante el Millwall fue el último traspié de una temporada llena de problemas para el Leicester, que amenaza con transformar el cuento de hadas del año pasado en una pesadilla. El campeón de la Premier League no se adapta aún a su rol de favorito, pese a contar casi con el mismo plantel que logró el histórico título inglés hace nueve meses.
«No hablemos más de la temporada pasada. Ya terminó», pidió recientemente el arquero Kasper Schmeichel en declaraciones a Sky Sports.
Sólo un punto separa de la zona de descenso al Leicester, que marcha decimoséptimo de la Premier con 21 unidades. Los «Foxes», además, no sumaron ni un punto ni marcaron ni un gol en lo que va de 2017 en la Liga.
Ranieri dijo ya que la prioridad es la Premier y no la Champions, pero no por ello es un equipo de fiar. El equipo ha tenido una histórica campaña en el torneo europeo y logró clasificarse como primero de grupo, lo que le permitirá definir la serie en casa.
Sin embargo, enfrente tendrá un rival encumbrado como el Sevilla, ganador de las últimas tres ediciones de la Europa League y protagonista de la Liga española bajo el mando de su entrenador Jorge Sampaoli. Y a ello se añaden las carencias propias del Leicester, que Ranieri resume de forma muy sencilla: «Recibimos muchos goles y anotamos muy pocos«.
Jamie Vardy y Riyad Mahrez, el dúo letal que marcó 41 tantos la temporada pasada, apenas lleva ocho en la actual. Y el último gol del equipo en la Premier fue el 31 de diciembre de 2016. Desde entonces, el campeón lleva 610 minutos de sequía.
Mañana, sin embargo, el equipo tendrá la posibilidad de olvidarse por 90 minutos de todos sus problemas y disfrutar de una fiesta que, producto de su pésima campaña en la Premier, ya no podrá volver a vivir la temporada que viene.