Para todo hay una primera vez en la vida. La primera vez que admiras la inmensidad del mar, el primer gyn-tonic, el primer verano con tus amigos, sí ese que te acaba de hacer sonreír, o la primera vez que papá te llevó al fútbol. Todas pueden parecer distintas, pero tienen algo en común: son ocasiones que se han quedado grabadas en un recoveco de nuestra memoria de manera permanente.
Este miércoles, los aficionados del Atlético, vivirán una nueva primera vez. Europa dará la bienvenida al Wanda Metropolitano en la decimotercera participación de los colchoneros en la Champions League. Será ante un rival de postín, de esos por los que merece pagar la entrada y frente a los que cuando llega el día, no dejas de mirar la hora del reloj. El Chelsea se convertirá en el primer adversario europeo que pise ese circo romano situado en el barrio de Canillejas, como lo ha denominado Diego Pablo Simeone.
LEER MÁS: De Wanda, nostalgias y rencores
Lejos quedó la época en la que el conjunto colchonero se estrenaba en la Copa de Europa allá en 1958, justo dos años después de la creación de esta competición. Sí, fue en septiembre también, concretamente el día ocho, fecha en la que el Atlético se impuso al conjunto irlandés Drumcondra FC por ocho a cero. Eran tiempos en los que Collar y Peiró formaban el ala infernal y en los que el fútbol todavía no era un negocio. Pero adivinen dónde se produjo ese estreno con tan apabullante goleada. Sí, han acertado, en el Metropolitano. A veces el destino es tan caprichoso como un niño mimado.
También almacenado en la retina de los atléticos se encuentra el recuerdo de la última noche europea del Atlético en su antigua casa. Una casa en la que permaneció 50 años, y donde se realizaron milagros que a priori eran ilógicos, irracionales, pero que finalmente se cumplieron. En el Vicente Calderón se quedaron ese gol de Gárate contra el Celtic Glasgow en el 74 o aquella jugada inverosímil que dibujó Saúl hace un año y medio frente al Bayern Munich.
Como no podía ser de otra manera, fue un ídolo colchonero quien marcó el primer gol en Champions en el Vicente Calderón. Un tipo que fue capaz de endosarle tres al Calgiari en 1970 en otra de las noches épicas en la ribera del Manzanares y cuya placa aún es motivo de peregrinaje en los alrededores del Wanda Metropolitano. Luis Aragonés es el Atlético y su figura se alza en el olimpo de un club que cuenta nada menos que con 117 años de historia a su espalda.
Otra casualidad del destino hará que sea Cüneyt Çakır el colegiado del encuentro. Sí, ese que arbitró el último partido europeo del Atlético en el Vicente Calderón. Sí, el mismo que presenció la victoria colchonera ante el Real Madrid, aunque fuera insuficiente para pasar a la final. Él también estará ahí para disfrutar de un choque entre dos de los mejores equipos del continente. Como también estarán los 68.000 espectadores que llenen las gradas del Wanda Metropolitano. Porque las primeras veces nunca se olvidan.
You must be logged in to post a comment Login