El Villarreal ha empezado el año con mal pie. Su primer partido, tras el parón navideño, debía afrontarlo con diversas bajas significativas. Mandi de viaje a la Copa África, Baena y Comesaña por sanción, y un listado de lesiones que no es corto: Foyth, Pedraza, Pino, Denis Suárez y Sortloth. Para más inri, Albiol, que arrastraba ciertas dudas, abandonaría el terreno de juego de Mestalla en el minuto 17.
El derbi se decantó, desde el primer momento, del lado che. Los de Baraja salieron con hambre y convicción y destaparon toda la fragilidad de los groguets. Solo necesitaron 4’ para que Yaremchuk hiciera el primero tras asistencia de un brillante Gayá. Pepelu hizo la otra parte desde los once metros, con un doblete de penalti. Baraja sigue amoldando a un conjunto que busca asentarse a pesar de todos los contratiempos vividos.
Con la llegada de Marcelino, el Villarreal despertó con algunos resultados favorables en liga, Copa y Europa League. Sin embargo, sigue viviendo una intermitencia con la que no encuentra la superficie y necesita cambiar la dinámica. En los últimos cinco partidos de liga, sólo ha logrado una victoria. El técnico mostró autocrítica en los micros: “Estamos reiterando un mensaje y la mejor forma de cambiar esa situación es en vez de hablar, actuar”.