Marc Gasol es, bajo mi punto de vista, el mejor pívot actualmente de la NBA. No me gusta expresar mi opinión de forma tan directa, ni creo que se deba hacer periodísticamente hablando. Pero con el hermano menor de Pau Gasol quiero hacer una excepción. Además, es algo que opina cada vez más gente. Porque así se lo ha ganado. Hace poco escribí el problema de las expectativas con Ricky Rubio y, resulta, que con el ‘center’ de l’Hospitalet pasa algo contrario.
Por un lado, el catalán ya tenía que arrastrar consigo el hecho de ser hermano de Pau. Una presión que ya han tenido que sufrir varios deportistas y que no todos han sabido llevar. Muchos críticos o fans del baloncesto no veían potencial en él, convencidos de que nunca llegaría a un nivel cercano al de su hermano mayor. Más si le sumamos la dificultad de sus inicios en el Barcelona o de su entrada en la selección ganadora del Mundial en 2006 tras la baja de Fran Vázquez.
Sin embargo, aquel paso en la selección fue el inicio de su crecimiento. En el Barcelona no contaba con demasiadas oportunidades, así que tuvo que buscarse la vida en Akasvayu Girona. En este equipo, durante dos años, mostró un nivel que le hicieron ser el mejor en su posición de la liga. Comenzaba a vislumbrarse el talento que escondía este ‘gigante’ de 2.15. Su rendimiento fue tal que en el 2008 decidió dar el salto a la NBA. Su llegada ya fue llamativa, puesto que había entrado a formar parte del traspaso que llevó a su hermano Pau a los Lakers. Muchos expertos consideraron, y aún lo hacen, que fue una auténtica ganga para la franquicia californiana. Un robo, dirían algunos.
Así pues, Marc aterrizaba en Memphis Grizzlies, la franquicia donde su hermano había sido el líder indiscutible. Además como una elección de segunda ronda del Draft, es decir, con pocas esperanzas de llegar a algo. Muchos dudaban entonces de que pudiera siquiera acercarse al nivel de un jugador NBA. Consideraban que era lento, no tenía suficientes fundamentos en el poste y que su tiro no era suficiente. En definitiva, que era un jugador poco o nada válido para lamejor liga del mundo. Las expectativas puestas en él no eran nada elevadas, salvo aquellos que tenían esperanzas en que llegara a ser como el hermano. En definitiva, un entorno molesto y que hay que saber soportar. O no te valoran, o te ponen un listón extremadamente alto.
Sin embargo, Marc trató de centrarse en lo suyo. Y, tras un buen primer año donde fue incluido en el primer quinteto de ‘rookies’, su crecimiento ha sido imparable. Año a año ha incrementado sus prestaciones, tanto físicas, técnicas y mentales. No solo su juego ha mejorado, sino su peso en el equipo, su rol y su condición de líder. Cada año un paso más, hasta conseguir disputar dos All Stars, ser el defensor del año en la temporada 2012-2013 y estar incluido en el mejor quinteto de la temporada 2014-2015.
Estos ‘galardones’, sin embargo, no son lo importante. Se ha ganado el respeto de todos, tanto de rivales, compañeros y prensa especializada. Es el líder indiscutible del vestuario de los ‘Osos’. Memphis se ha convertido en una franquicia ejemplar, puesto que es un equipo que juega como tal. No depende de grandes estrellas, son un bloque compacto guiados por buenos jugadores como Mike Conley Jr., Zach Randolph o el mismo Gasol. Éstos dos últimos, por cierto, han formado durante varios años una pareja interior fantástica. Es más, Randolph puede ser una prueba de cómo ha afectado Gasol a los Grizzlies, al cual ha elogiado en varias ocasiones. Randolph llegó con la vitola de ser algo egoísta en su juego, además de un jugador conflictivo y que, pese a su talento, no acababa de funcionar. Sin embargo, durante sus 7 temporadas en el equipo, ha sido un factor clave, uno de los líderes del vestuario.
Y es que Marc es de esos pocos jugadores que además de destacar, hace mejores a sus compañeros. No necesita ser determinante en los números para brillar o demostrar su influencia en los partidos. Es uno de los mejores defensores interiores, sin necesidad de sumar grandes cantidades de rebotes o tapones. Ofensivamente sus recursos se han multiplicado, añadiendo un eficaz tiro de tres puntos a un repertorio ya de por si poderoso.. Además, lee como pocos las jugadas y los espacios, con lo que o bien habilita a sus compañeros con sus movimientos, o bien les brinda asistencias propias de un base. Pocos jugadores de la liga son tan completos como Marc Gasol, que ha superado, y con creces, las expectativas puestas en él. El mejor ‘center’ de la liga.