Lo han vuelto a hacer. Una vez más, cuando parecía que todo estaba perdido, el Real Madrid ha renacido y se ha clasificado para la final de la UEFA Champions League. Lo de este equipo hace tiempo que superó la lógica y el razonamiento. A principio de temporada, nadie daba un duro por el Real Madrid en la final. Mi propio entorno madridista coincidía, en general, que llegar a cuartos de final era un buen resultado y que lo firmarían. Vale, pues son, como mínimo, subcampeones de Europa.
El partido de ayer, en general, estuvo dominado por el Manchester City. Se notó que desde el banquillo una de las indicaciones había sido tirar balones al espacio para que Vinicius los atacara, estrategia que principalmente Walker, con las ayudas de Rúben Días, estaban conteniendo bastante bien. No fue hasta el minuto 73 de partido que se abrió el marcador. Tras alguna buena salvada de Courtois durante el encuentro, Mahrez logró batirlo con un misil al primer palo al que el portero belga no pudo reaccionar. A partir de ahí, el Madrid necesitaba dos goles para forzar la prórroga. Llegado el minuto 90, antes de conocer el descuento, Rodrygo ponía el empate en el marcador y dejaba la eliminatoria a tan solo un gol de distancia. ¿Un gol? Tan solo necesitó un minuto. En el 91′, Rodrygo volvió a aparecer, esta vez de cabeza, para poner el 2-1 y forzar el tiempo extra. El Bernabéu explotaba.
A los 5 minutos de haber comenzado la prórroga, Rúben Días, uno de los capitanes ‘citizen’ de la noche de ayer, cometió un penalti que Benzema transformó. Habían logrado 3 goles en 6 minutos. Lo que viene siendo lo mismo, habían remontado la eliminatoria en 6 minutos.
Además de las múltiples pérdidas de tiempo del equipo blanco, que ahora iba por delante, City no supo reaccionar pues estaba perplejo, al igual que cualquier espectador en su casa. Se completaron los 120 minutos y el Madrid es oficialmente finalista de la Champions League. Se medirá al Liverpool el 28 de mayo en París. ¿Será capaz de lograr otra de sus épicas lejos del Bernabéu?