REDACCIÓN – Anfield acogía el gran partido, el más esperado, el que paralizaría el fútbol inglés durante noventa minutos. En el fin de semana que la Premier League rendía homenaje a las víctimas de la Tragedia de Hillsborough (próximo martes se cumplen 25 años), el estadio Red llevaría a cabo el más sentido recuerdo.
Como invitado, el Manchester City, una de las potencias británicas y del fútbol europeo, que se sumaría al sentido recuerdo. Pero caería como ya es rutina para todo aquel equipo que visita el coliseo del Liverpool.
Una vez más, recital absoluto del conjunto de Brendan Rodgers en la primera media hora de juego, que le serviría para encarrilar una gran cita. El potencial de los Reds esta temporada en casa, como local, sea el rival que sea, les permiten ser los grandes candidatos del torneo en las últimas semanas del campeonato.
Un buen robo de Suárez en campo Citizen serviría para que asistiese a Sterling, que marcaría una pausa digna de un genio, batiendo a un descolocado Hart y colocando el 1-0 en el videomarcardor. Lo habían logrado de nuevo. Un inicio absoluto volvía a darles ventaja en una gran cita, ante un rival superado por el ambiente, por la asfixiante presión. Pero no quedaría ahí. El hambre de título de este Liverpool no decae, no se marcha, y así, tras un córner lanzado por Gerrard, Skrtel colocaría , de un imponente remate, el 2-0, que haría estallar todavía más de alegría a la grada local.
Absolutamente superado el Manchester City en el inicio, ante un Liverpool por el que pocos apostaban dinero a principio de temporada, ni siquiera hace dos meses, pero que a día de hoy, por su espectacular temporada, por su privilegiada posición, es el gran candidato a coronarse campeón.
Si el 2-0 ya eran suficientes malas noticias para los de Pellegrini, si David Silva aparecía poco, llegó la mala noticia de la lesión de Yaya Toure, pero el segundo tiempo tendría preparada una sorpresa, tanto para los locales como para los visitantes.
El Manchester City saldría al campo con una versión mejorada, respecto a lo visto en el primer tiempo, y en 5 minutos conseguiría poner la igualada en un Anfield que se quedó frío ante el empate visitante. La bestia había despertado, e incluso tuvo varias ocasiones para colocar el 2-3, pero la puntería no hizo acto de presencia.
Perdonó el Manchester City (surrealista viendo el gran primer tiempo del Liverpool) y acabó pagándolo, cuando un mal despeje de Kompany dio a Coutinho la oportunidad de colocar el 3-2 definitivo que, quien sabe, pudo convertirse en un gol de campeonato.
Paso gigante del Liverpool. Duro tropiezo del Manchester City respecto a sus aspiraciones de título. Emoción, goles, fútbol. The Kop vivió una tarde digna del que, dicen, es el día del fútbol. Nueva jornada brillante en domingo para que el sueño del Liverpool siga latiendo. Steven Gerrard, capitán y líder absoluto, no pudo contener la emoción. De menos a más esta temporada, y tienen las opciones en sus manos para acabar siendo Campeones de la Premier League 2013/14.
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