Corría un doce de octubre de 1996. Ese día, en la ciudad Santa de Santiago de Compostela, Dios bajaría a la Tierra en forma de futbolista. Un jovencísimo brasileño de 20 años cogía el balón en el medio del campo. Chiba y Jose Ramón intentan derribarlo sin éxito, Ronaldo prosigue su carrera dejándolos atrás. Justo antes de entrar en el área, José Ramón volvió a intentar arrebatarle el balón, y de nuevo volvió a fallar, solo quedaban dos obstáculos en su camino, William y Bellido, que tampoco pudieron hacer nada. Ronaldo acabó rematando y batiendo a Fernando sin problema. Mourinho, que en ese momento era el segundo de Robson, saltó al campo exaltado, mientras el inglés se echaba las manos a la cabeza. En ese momento se había producido uno de los mejores goles de la historia del fútbol, uno que pasaría a la misma hemeroteca donde se encontraban joyas como el de Maradona a Inglaterra.
Al día siguiente Ronaldo protagonizó todas las portadas de la prensa. Guardiola pedía que el Camp Nou recibiera a Ronaldo con una pañolada para conmemorar esta hazaña. Tantos eran los elogios que Nike, patrocinadora del brasileño, decidió hacer un anuncio para conmemorarlo. El anuncio decía lo siguiente: «Imagínate que le pides a Dios que te convierta en el mejor futbolista del mundo… y te escucha», mientras se veían imágenes del famoso gol. Pero había alguien que no tenía tan buen recuerdo de ese gol, y esos eran los actores de reparto de la obra maestra, los jugadores del Compostela, que se sentían menospreciados y que decidieron llevar a Nike a los juzgados.
Además de los anteriormente mencionados Chiba, Jose Ramón, William y Bellido, Passi, Fabiano y Mauro, que salían en las imágenes, presentaron una denuncia contra la marca por usar su imagen. Curiosamente Fernando, portero del conjunto santiagués, fue el único que no denunció. El juzgado falló a favor de Nike, diciendo que el anuncio solo ensalzaba las virtudes de Ronaldo, y tildando a la jugada de espectacular. Los jugadores del Compostela se fueron con las manos vacías, pero siempre les quedará el consuelo de que son parte del que quizás sea el gol más espectacular marcado en la Liga española.
1990/ Estudiante de periodismo/ Santiago-Sevilla/ “El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios… pero hay una cosa que no puede cambiar… no puede cambiar de pasión.” (El secreto de sus ojos)