Frank Lampard es, sin ninguna duda, un hombre que ama su trabajo. Entrega es la palabra perfecta para definir a uno de los jugadores más grandes del fútbol inglés. No deja de sorprendernos y de seguir haciendo historia. Ya es el cuarto máximo goleador histórico y eso que es un centrocampista. A sus 36 años sigue al máximo nivel y ahora mismo está viviendo su segunda juventud. Está siendo el ángel de la guarda del Manchester City últimamente y el verdugo del equipo de sus amores, el Chelsea.
Leyenda viva de la Premier League, Frank Lampard sigue levantando pasiones esta vez entre los seguidores del City. Juega poco pero rinde mucho. Lleva cinco goles importantísimos en liga como el gol de la victoria en Leicester, el famoso gol del empate ante su ex equipo y el gol del pasado miércoles nada más salir que les dio una vital victoria a los de Pellegrini en un partido que se había complicado mucho. Tras anunciar que continuará en Manchester hasta final de temporada, Lampard firmó un partido impresionante y fue el mejor del equipo, a pesar de salir desde el banquillo.
Frank da todo en cada partido. Da igual el equipo donde juegue, da igual qué partido sea. La entrega y la perseverancia están en su ADN. Comenzó su carrera en el West Ham, donde su tío, Harry Redknapp, era el entrenador y su padre el asistente de éste. En la que iba a ser su primera temporada en el primer equipo, Lampard sufrió una fractura en su pierna que le apartó de los terrenos de juego casi toda la temporada. Una dura lesión a una edad temprana y cuando iba a dar el gran salto. Frank se sobrepuso y sorprendió a todos marcando 39 goles en las cuatro temporadas siguientes, lo que le permitió acceder a la selección. Tras la marcha de su padre y su tío, Lampard fichó por el Chelsea.
Trece temporadas estuvo Lampard en Stamford Bridge. Frank es un ídolo absoluto en el Chelsea. Tres ligas y una Champions son los cuatro títulos más importantes de los trece que consiguió en su larga etapa donde jugó 636 partidos y anotó 209 goles. Lampard ha marcado una era y aunque el final no fue el deseado, allí se le sigue queriendo y adorando. Él lo dio todo por el club. El compromiso fue encomiable.
Ahora tiene una delicada situación. El Chelsea pelea por conseguir otra liga cinco años después de la última y Frank está en el bando contrario. A algún aficionado le habrá sentado mal que se haya quedado hasta final de temporada. ‘Frankie’ se ha convertido en un enemigo para sus ex compañeros. Difícil papeleta la de Lampard si acaba ganando con el City la liga. En cualquier caso seguirá siendo un ídolo y uno de los más queridos en Chelsea.