Lo sé, no debería entristecerme ver a un futbolista llorar por bajar a Segunda. Son gente privilegiada a la que una sociedad a la deriva y una prensa populista hemos elevado de forma edulcorada a una subcategoría de superhéroes modernos. Tampoco debería fumar y sin embargo mira, aquí ando, pensando en las lágrimas de Sergi Darder en Mestalla mientras te cuento esto cigarro en mano.
El talentoso centrocampista balear del RCD Espanyol, capitán del club, ahora mismo se siente como cuando traicionan tu confianza o te mienten en la cara sin poder decir: “deja de esconder el bulto y di la verdad”. Frustrado, engañado, impotente y roto.
Da igual si eres periquito, culer, madridista o hincha del Elche. Da igual. La cacicada que le han hecho al Espanyol en las dos últimas jornadas de Liga yo no la recuerdo en 42 años siendo motivo suficiente para que alguien por allí eleve la voz. Urge que alguien con autoridad de un golpe encima de la mesa y defeque en el tablero. Hay cuestiones que no se deberían quedar solo con un multimillonario asiático leyendo un comunicado en el telepronter y pidiendo disculpas a los aficionados. Ayer le tocó a ellos. Mañana a ti.
El fútbol español es un nido importante de suciedad, corruptelas e intereses opacos. Lo sabemos, lo asumimos y todos somos cómplices de ello. Ahora bien, hay cuestiones que trascienden lo opinable y lo subjetivo. Una de ellas es que Darder merece seguir en Primera, la otra es que al Espanyol le penalizaron de forma salvaje e inhumana. Desconozco las motivaciones para ello, pero hay errores que son intencionados. Si hay intención hay dolo, si hay dolo hay mala fe y si hay mala fe entonces apaga y vámonos.
No sé si el Espanyol merecía o no seguir en la élite. Tampoco me lo planteo. Dicho esto, hay tres o cuatro decisiones en los dos últimos partidos que no admiten perdón. Engañar y no decir la verdad no es exactamente lo mismo, pero ambas son reprobables. El Espanyol hoy es equipo de Segunda y esta polémica se esfumará en 48 horas. Pues eso, como cuando te mienten y te cambian de tema. Dolor puntual en el pecho y a otra cosa, no sea que esta rueda deje de girar.
Imagen de cabecera: Getty Images