El dominio territorial de Tyne y Wear en juego

Esteban GÓMEZ – Inglaterra respira cultura e historia a partes iguales. Un largo camino recorrido para ser el país que actualmente recibe cada año millones de visitantes. Una larga tradición marcada en una sociedad que entremezcla pasado y presente, ofreciendo una gran variedad de opciones, de actividades, y que le convierten en una de las referencias a nivel mundial.

El mundo del fútbol está relacionado directamente con Inglaterra, con su historia, con sus tradiciones. Allí nació todo, allí comenzó un deporte que siglos después sigue enamorando, sigue exaltando y sigue demostrando que su capacidad sentimental es equiparable a cualquier otro sentimiento.

El fútbol inglés, en toda su extensión, cuenta con equipos centenarios, equipos forjados a través de décadas, con sus idas y venidas, con sus fechas claves, y al fin y al cabo, como resultado de una serie de sucesos que le han llevado a ser considerado, sin lugar a dudas, uno de los torneos más prestigiosos y respetados del planeta Tierra.

Evidentemente, contar con un gran peso histórico, con clubes de vidas longevas, presenta rivalidades históricas, de comienzos casi indescifrables, y que ayudan a aumentar ese carácter romántico de la actual Premier League Inglesa.

Uno de los derbis más apasionantes del torneo inglés es el que disputan Newcastle y Sunderland. A priori, a primera vista, quizás no sea el derbi más mediático, el que tenga el cartel más grande, el que más pasiones despierte en el país. Sin embargo, esconde una rivalidad marcada, notable, acentuada, presentando un duelo que centraliza gran parte de los focos en el enorme ambiente que viven ambas aficiones.

Con el noroeste de Inglaterra como localización marcada en rojo en el mapa, ambos equipos lucharán deportivamente sobre el césped por un "control" territorial, por ganar a un rival que se encuentra situado muy cerca geográficamente (apenas diez kilómetros de distancia). El condado de Tyne y Wear está marcado por la presencia geográfica del río Tyne, que adquiere carácter de frontera natural, y es aquí donde aparece parte de la rivalidad entre Newcastle y Sunderland. Un lado del río contra el otro, forjado por batallas bélicas pasadas, creando entre sí una competencia que, evidentemente, no pasa inadvertida en el mundo del fútbol.

Rivalidad histórica, que encuentra su primer enfrentamiento allá por el año 1883, en un partido de FA Cup que logró ganar el Sunderland por un ajustado 2-1. Acudiendo a un viejo baúl de los recuerdos que guarda estadísticas quedan reflejados un total de 143 enfrentamientos entre ambos equipos en casi 131 años de historia, con un balance de 53 victorias para los Magpies de Newcastle Upon Tyne, mientras que los Black Cats de Sunderland han conseguido ganar a su máximo rival en 45 ocasiones, siendo además 45 veces las que han empatado. Un duelo cargado de historias, de rivalidad territorial entre vecinos, presentando un show auténtico, un espectáculo digno de seguir de cerca.

Gran parte de la temporada, dejando de lado objetivos fijos, pasa por el doble enfrentamiento que llevarán a cabo. Ganar al enemigo, ganar al máximo rival, es considerado por ambas aficiones casi como un título. Evidentemente, ganar ambos partidos en una misma temporada supone un extra motivacional que genera el orgullo propio de los aficionados. En 11 ocasiones lo ha logrado el Newcastle, mientras que en 6 lo ha conseguido el Sunderland.

En el encuentro de ida disputado en el Stadium of Light de Sunderland, el 27 de Octubre de 2013, vencieron los locales por 2-1. Por lo tanto, tendrán el reto de conseguir el "doblete" a domicilio, en St. James' Park (conocido actualmente por motivos publicitarios como el Sports Direct Arena).

Horas antes del encuentro los aledaños y exteriores del estadio en cuestión ya adquieren aroma a gran cita. Durante el partido ambas aficiones encuentran un claro rival a quien mandar sus cánticos y demás mensajes, y evidentemente, tras el encuentro, según el resultado, unos deberán callar, asimilar, mientras que para los otros seguirá una fiesta que durará a nivel social varios días.

Sin embargo, esta rivalidad máxima que supera éticamente los valores del fútbol ha hecho que este particular duelo sea considerado de alto riesgo, y es común, tristemente, ver enfrentamientos violentos entre aficionados, o como ocurrió la temporada pasada, incluso contra los miembros de seguridad y Policía encargados de controlar la paz. Muy recordada es la imagen de un seguidor del Newcastle pegando y agrediendo a un caballo policial. Suceso que provocó las burlas de aficionados del Sunderland, que posteriormente aparecieron con caretas que simulaban cabezas de caballos.

Una rivalidad que adquiere su mayor foco excusándose en el fútbol, que rompe cualquier barrera, y que presenta en este nuevo duelo una oportunidad única de seguir un partido vibrante que abrirá el fin de semana futbolístico en la Premier League.

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