Llegamos a la vida sin firmar un contrato. Al contrario de la infinidad de trabas burocráticas de nuestros tiempos, no podemos aterrizar en el mundo y leer las condiciones del contrato de la vida, con principio y final, y a lo mejor mandarlo todo a freír espárragos. “Para eso no nazco, que pase el siguiente espermatozoide”. Eso no sucede. El Recreativo de Huelva, en el ámbito futbolístico, arribó el primero de todos con lo bueno y lo malo que conlleva. Como buen veterano, el Decano ya no está para elegir a la torera. Las ha pasado canutas para sobrevivir ante las incesantes crisis económicas y sabe que, en cualquier momento, cualquiera puede aparecer para hacerte daño. Por eso sigue vivo.
El Recre no vive en el pasado. Aprende de él. Uno nunca sabe cuándo la rueda de la fortuna, como diría Ignatius en la Conjura de los necios, puede decidir que las cosas te vayan mal. Porque igual que casi acabas en quiebra, puedes soñar con ganar una Copa del Rey. O, maldito destino, a lo mejor fantaseas con un triunfo en todo un Santiago Bernabéu, ante el Real Madrid, y horas antes te aseguran que un autobús lleno de aficionados que se hipotecan por verte sufre en un trágico accidente. Cinco personas, tres de ellos de la misma familia, fallecen. Desde aquel día el cielo es más azul y blanco.
El Recreativo de Huelva es capaz de todo. Por ello, pese a la vileza de aquella rueda, Sinama-Pongolle, Uche y Viqueira martillearon la portería de Iker Casillas en una tarde que quedará para siempre en la historia de la entidad. Daba igual que Beckham, Ronaldo, Roberto Carlos, Ramos o Raúl estuvieran delante: ganaron 0-3. El cuadro onubense, con un balompié para el recuerdo, acabó rozando una clasificación a Europa que, con el paso del tiempo, demuestra que lo único que puedes hacer es disfrutar incluso con los atascos: hoy navegan en Segunda B y echan de menos hasta cuando sufrían en la segunda categoría. El Decano, sin embargo, conocedor de todo lo bueno y lo malo, sabe que la historia es cíclica. Quizás, dentro de unos lustros, vuelvan a Primera División para aumentar una historia de luces y sombras. Como todas, por mucho que nos quieran decir. Que nunca se rindan.
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