El Real Madrid ya tiene rival para la final de la Supercopa de España. Se trata del Athletic de Bilbao, actual campeón del torneo y, por tanto, defensor del título. Atrás dejaron a un Atlético de Madrid que siembra dudas incluso cuando va ganando.
Nada más empezar el encuentro, Joao Félix quiso dejar claro para qué estaba allí. Tiró un desmarque de ruptura entre centrales que, tras un maravilloso pase de Lemar, logró controlar y enviar al fondo de la red. El tanto fue rápidamente anulado por los árbitros de campo pues el portugués estaba en fuera de juego. El gol no serviría para adelantarse en el marcador, pero sí para dar un golpe sobre la mesa y, de paso, dar el primer aviso a la defensa bilbaína. Tras este arranque frenético, poco más sucedió en la primera parte. Otra acción reseñable fue la parada de Oblak a tiro de Iñaki Williams (el hermano mayor). Un disparo desde dentro del área y sin defensores por delante en el que el portero esloveno tuvo que hacerse grande y que logró detener. No sería su última intervención pues, en mi opinión, fue de los mejores del Atleti, por no decir el mejor. Lo que sí fue es salvador, porque hizo más de un paradón.
En la segunda mitad comenzó la fiesta, al menos en cuanto a goles se refiere. En un saque de esquina favorable al equipo de la capital, Joao Félix conectó un cabezazo que, pese a no darle mucha potencia, logró ajustar a la base del segundo palo. Por sí solo ese remate no hubiese acabado en gol, pero un error de entendimiento entre Unai Simón y Yeray hizo que el guardameta reaccionase tarde. Con mucha mala fortuna, al tirarse para intentar parar el remate, el balón golpea en su espalda tras rebotar en la madera y termina dentro. Una carambola que ponía a los del Cholo por delante en el marcador. Era el minuto 62.
Pocos minutos después, Oblak volvió a ser héroe salvando sobre la línea un remate de cabeza a bocajarro que nos hizo pensar a más de uno en el empate. La igualada llegaría 15 minutos después del tanto inicial (77’) con un magnífico cabezazo de Yeray Álvarez, redimiéndose así de su parte de culpa en el tanto de Joao. 2/2 goles del partido desde el córner.
Y todavía llegaría un tercer gol desde la esquina. Cuatro minutos después del empate, un nuevo córner para el Athletic terminó con un balón suelto entre el punto de penalti y la frontal del área, zona ocupada por Nico Williams (el hermano pequeño). Pese a no rematar con su pierna natural, Nico logró colocar el balón muy cerca del poste, donde Oblak no pudo llegar. Este tanto supondría la victoria del Athletic Club pues, pese a los cambios ofensivos de Simeone, sus chicos no pudieron volver a meterse en el partido. Ya en el tiempo de descuento, y seguramente fruto de la desesperación, Giménez impactó con la suela de su bota en la cara de Íñigo Martínez en una acción temeraria a la vez que involuntaria. El ‘2’ del Atleti se fue expulsado y el partido terminó poco después.
El Athletic Club se planta así en una nueva final de la Supercopa de España, misma que lograron ganar el año pasado al Barcelona en la prórroga (2-3). Esta vez deberán enfrentarse al otro titán español, el Real Madrid. El partido se disputa este domingo 16 de enero a las 19:30h (hora peninsular). Suerte a todos.
Imagen de cabecera: Athletic Club