Todos somos buenos en algo. Que nadie te lo niegue nunca. Ya sea en los karaokes, comiendo croquetas o sabiendo escuchar; una capacidad que debería estar más valorada. A Francisco Javier García Pimienta le dio por el fútbol gustoso. Por eso, su salida del Barça, con un extenso currículum en la institución blaugrana, nos cogió con el pie cambiado.
‘Pimi’ tomó sus pertenencias para aterrizar en la isla de Gran Canaria. Potaje de berros, clima agradable, playa, un ascenso y velas a la Virgen del Pino para afrontar la temporada en Primera. Ya sabemos que la paciencia no es una cualidad muy habitual en el fútbol de élite, así que uno debe meter los pies sin saber muy bien si debajo hay arenas movedizas.
La propaganda de su idea de juego le puso la lupa encima nada más abrir la puerta, porque Las Palmas no logró ver la victoria hasta la sexta jornada del calendario. Sin embargo, García Pimienta no dudó de la fe en su modelo de juego, en el que prima, por encima de la calidad, el compromiso y en el que destaca la posesión con un claro propósito. Con uno de los menores prepuestos del campeonato, ha encontrado el equilibrio para ajustar su modus operandi a su plantilla, extrayendo uno de los aspectos más importantes: personalidad.
Poco a poco, picando piedra, y sin un goleador destacado en cifras – la unión hace Las Palmas – el conjunto canario se ha plantado octavo en la clasificación, a tan solo tres puntos de la plaza europea. La idea de García Pimienta, recién llegada a la máxima categoría, ha ascendido hasta las alturas, refugiada de los sismos que agitan a los que sufren más abajo.
Ahora llega el talentoso José Campaña y han movido los despachos para agilizar algunas renovaciones. Entre ellas, las de un capitán que se colocó el brazalete para defenderlo y lucirlo con orgullo, con una sensibilidad que nos muestra la mejor parte del fútbol. El centrocampista lució recientemente la camiseta de un aficionado holandés que falleció de cáncer; enfermedad que superó el propio jugador hace un año. Kirian Rodríguez, identidad de este equipo, es su máximo goleador y el futbolista de LaLiga con más acierto de pases.
A la vuelta de la esquina, un duelo de palabras mayores, frente a un Atleti al que ya se impuso en la primera vuelta. Este vez tocará remar, a contracorriente, en un escenario hostil como lo será el Metropolitano. Pase lo que pase desde ahora hasta mayo, esta entidad ya ha sacado una firme conclusión: tienen a los mandos a un tipo que no pierde el rumbo para llegar al corazón de la isla.