El Ajax de Ámsterdam ha caído en octavos de final de la UEFA Champions League. No, yo tampoco me lo explico. La única justificación posible es “esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa”. Sin ningún ánimo de desmerecer al Benfica, esta eliminación es la mayor sorpresa de lo que llevamos de UCL.
Tras quedar terceros de su grupo en la edición pasada y caer en cuartos de final de la Europa League frente a la Roma, el equipo entrenado por Ten Hag comenzó su andadura en esta Champions con un pleno de victorias en fase de grupos que los clasificó para el bombo 1 del sorteo, con todos los cocos. Tras el emparejamiento con el Benfica, equipo en teoría inferior, el Ajax fue etiquetado como favorito, sobre todo por esa pulcra imagen que ofrecieron en la fase pre playoff. Ya en el partido de ida nos llevamos una sorpresa tras el empate a 2 cosechado en Portugal, pero era algo asumible puesto que era como visitantes y, aunque fuesen segundos de su grupo, el Benfica tampoco son unos cualquiera.
La verdadera sorpresa llegó ayer, cuando pasaban los minutos y el Ajax estaba atascado, dominante pero sin capacidad resolutiva. Ese es el resumen del partido pues el equipo neerlandés dominó en todos los aspectos relevantes del juego: posesión de balón, tiros, tiros a puerta, pases, pases completados, ataques peligrosos… Incluso pudo adelantarse en el minuto 6 de partido con un gol de Haller que finalmente fue anulado por un fuera de juego previo. Pese a ello no era capaz de avanzar en el 0-0.
Ya en el segundo tiempo, en un saque a balón parado, Dawin Núñez conectó un cabezazo que dio la ventaja a los portugueses. Cabe destacar la mala salida de Onana que, con intención de despejar con los puños, lo único que despejó fue su presencia bajo palos, lo que facilitó el remate a Núñez. Por cierto, era el regreso del portero camerunés a una competición europea tras su sanción de larga duración. Según llegó así se fue.
El Ajax tuvo poco más de 25 minutos para empatar el partido y la eliminatoria, pero no fue capaz. Pese a intentarlo, las cosas no salían. Incluso diría que la última acción del partido fue la más clara que tuvieron: en el minuto 7:05 sobre el tiempo reglamentario (habiendo añadido 7’), Brian Brobbey se encontró en el punto de penalti, solo y con el balón en los pies, aunque en posible fuera de juego. Con poco tiempo para reaccionar tras recibir el balón, el jugador neerlandés chutó raso y Vlachodimos, guardameta del Benfica, sacó una mano legendaria y digna de unos reflejos de otro planeta. Pese al posible fuera de juego, fue un final de infarto.
Con esta eliminación no solo se acaba el sueño amsterdamer, también el objetivo individualista de Sébastien Haller como máximo goleador de esta edición de la UCL. Un puesto que ocupó durante un tramo importante de la temporada pero que Robert Lewandowski (12) le arrebató con su hat-trick ante el Salzburgo. De esta forma, Haller se quedó atrás con sus 11 goles y sin más oportunidades para recuperar su puesto. Pese a ello, es una marca más que meritoria y puede estar orgulloso de competir por el puesto hasta que su equipo quedó eliminado.
En general el trayecto del Ajax es muy meritorio, aunque más corto de lo que nos habría gustado. Sin opción a caer a la Europa League, su único método de regresar el año que viene a la Champions es ganando la Eredivisie (o quedando segundos y atravesando la fase de clasificación de la UCL), en la que ocupan la primera plaza perseguidos por el PSV, a tan solo dos puntos de distancia. Esperemos poder verlos de nuevo en la máxima competición europea de clubes pues es, sin duda, un equipo que siempre nos trae proyectos emocionantes.
Imagen de cabecera: SL Benfica