Todo lo que sube acaba bajando. Marruecos llegó a ilusionar no solo a su país, sino a todo su continente. Ningún combinado africano se había colado por estas lides, pero para llegar a la gran final tocaba superar al vigente campeón del torneo. Y eso es muy complicado. Francia, pese a las bajas, es probablemente el mejor equipo del mundo. Se demostró ayer en Catar (2-0).
Cinco minutos necesitaron los de Deschamps para adelantarse en el marcador. Cinco minutos necesitaron los de Regragui para comprender que en las semifinales del Mundial no existen los sentimentalismos. Conceder un mínimo espacio implica recibir un gol. Lo evidenció Theo Hernández, el lateral izquierdo de los galos. Es gracioso pensar que hubo una época en la que se aseguraba que los laterales eran los que sobraban en el balompié. En los grandes equipos muchas estrellas parten de esa demarcación.
El plan de los marroquíes se había caído. Durante toda su participación en el campeonato basaban su juego en defender y salir a la contra, aprovechando el marcador a favor contra un equipo de nivel superior. Las prisas de sus contrincantes, siempre malas consejeras, eran un gran argumento para los Bono, Ziyech y compañía. ¿Cómo vamos a perder contra Marruecos?, nos preguntábamos en España mientras los españoles movían el cuero de un lado al otro. Los franceses ya lo tenían controlado casi con el silbato inicial.
Lo intentaron los africanos, pero Randal Kolo Muani fue el único futbolista que consiguió perforar a un guardameta. Y este vestía la zamarra de los favoritos. Incluso los actores secundarios, en esta Francia pulcra y laboriosa, funcionan a la perfección. Estarán en la gran final, donde se cruzarán con la Argentina de Leo Messi. Aquí no ha habido sorpresas: son dos de los mejores combinados que arrancaron el torneo.
Por otro lado, cabe recordar que los perdedores juegan este sábado a las 16:00 para dilucidar quién terminará tercero. Es probable que veamos un gran envite ya que tanto Marruecos como Croacia están en disposición de hacer historia. Los primeros porque es la primera vez que aparecen por aquí. Los segundos, por su parte, ya disputaron una final de consolación en 1998. Sin embargo, se asemeja complicado que un país tan pequeño siga cuajando año tras año torneos así. Luka Modric, desgraciadamente, no es inmortal.
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