El fútbol es caprichoso. El destino no se labra, se soporta. El partido que cerró la temporada 2014/2015 en Alemania disputado en Berlín entre Wolfsburg y Borussia Dortmund, es un ejemplo de ello. La final de la DFB Pokal de este año concentraba alicientes de los cuales careció en años anteriores. En la capital alemana jugaban el equipo que se mostró como alternativa al todopoderoso Bayern en el último lustro y el que se empeña en serlo en los próximos años. El fin de un ciclo ante el comienzo de otro, en un solo partido.
Jürgen Klopp no quería despedirse de su etapa en el Borussia Dortmund sin ganar un último título en una época dorada del club aurinegro. La primera vuelta de la temporada que acaba de finalizar le ha costado el puesto a uno de los técnicos de moda en Alemania, y en Europa. Pero tras un segundo tramo de competición más que aceptable y una final en juego, la despedida podría ser menos amarga de lo previsto.
Por su parte, los de Dieter Hecking querían sellar un año excepcional, y lo querían hacer con un título que les confirmara como la mejor alternativa posible al Bayern. No hay dudas de que el proyecto del Wolfsburg es más que atractivo. En Bundesliga, el club ya dio un paso de gigantes proclamándose subcampeón y adelantando a Bayer 04 Leverkusen, Schalke 04 o al propio Borussia Dortmund, que en años anteriores siempre fueron superiores a los lobos. Este año se comenzó la temporada con un objetivo claro. Los lobos tenían que clasificarse para la próxima edición de la Champions League y por qué no, optar a ganar algún título. Con lo primero alcanzado hace unas semanas, Hecking y los suyos tuvieron tiempo para preparar una final que podría ser la guinda del pastel.
El conjunto aurinegro consiguió adelantarse muy pronto en el marcador gracias a Aubameyang, quizás el mejor jugador del BVB esta temporada. Los primeros 20 minutos de los de Klopp fueron realmente excelentes, pero el luminoso no reflejaba demasiada diferencia entre uno y otro equipo. Y a partir de ahí, los lobos supieron cómo morder a su rival. En apenas 15 minutos, dieron la vuelta al marcador e hicieron lo que no fueron capaces de hacer los de Dortmund: poner suficiente tierra de por medio. Luiz Gustavo, Kevin de Bruyne y Bas Dost estuvieron acertados de cara a puerta y se aprovecharon de un desafortunado Langerak bajo palos. El encuentro se fue al descanso con un 1-3 a favor de los lobos, demasiado castigo para el comienzo exhibido del BVB.
La segunda mitad fue un reflejo de lo que el equipo de Kloppo fue esta temporada. Un querer y no poder. Y cuando se podía, aparecía el fallo final. Desacertados de cara a puerta y con las prisas como peor enemigo. El ciclo de Jürgen Klopp apuntaba a final doloroso. El destino se impuso a su forma, como siempre. La final de la DFB Pokal 2014/2015 estaba escrito con un guión preestablecido. El fin de una era daba paso al comienzo de otra. El cese del testigo tuvo lugar en el mejor escenario posible. Definitivamente, el Wolfsburg es el nuevo Dortmund.
EL DATO: El Wolfsburg logra la primera DFB Pokal de sus 70 años de historia. Su segundo título en Alemania tras la Bundesliga cosechada en la temporada 2008/2009
EL DETALLE: La camiseta del Wolfsburg lucía en su parte superior un corazón con el número 19 en homenaje al tristemente desaparecido Junior Malanda.
