Darwin Machis, 'El Niño Maravilla'

Nacido en Tucupita, Darwin Machis es un extremo venezolano que puede desenvolverse por ambas bandas, aunque en la que explota al máximo sus cualidades es en la izquierda. Dio sus primeros pasos en el fútbol sala y tardó en dar el salto al fútbol 11, aunque sus habilidades se pusieron de manifiesto en cuanto debutó con Mineros de Guayana y en poco más de un mes, ya había conseguido tres dobletes. Campeón de la Copa de Venezuela en su debut en la competición, con ocho goles anotados en la misma, fue premiado por la Federación Venezolana de Fútbol como «Juvenil del Año» en Agosto de 2012. Se daba a conocer ‘El Niño Maravilla’, que cruzaría el charco hacia Europa ese mismo verano.

Y lo hacía con destino a Italia, más concretamente a Udinese, con la dificultad que un campeonato de tal nivel táctico entraña para los futbolistas procedentes de ligas sudamericanas. Los dirigentes del club transalpino así lo entendieron así que el venezolano terminó haciendo las maletas con destino a España. Concretamente, dirección a Granada. La primera pretemporada de Machís con el conjunto andaluz es espléndida y de hecho es el máximo goleador del conjunto nazarí. Esa temporada debuta tanto en Primera División como en Copa, aunque su protagonismo está lejos del deseado y termina saliendo cedido al Vitoria portugués, donde se proclama campeón de la Copa de Portugal sin llegar a obtener la continuidad deseada.

Darwin Machís, con el Lega | deportivoleganes.com

Las siguientes dos temporadas, Darwin no explota. Goza de una cesión al Hércules en Segunda División en la que prácticamente pasa inadvertido si bien en sus apariciones con el filial del Granada deja destellos de su calidad y de los motivos por los que llegó a Europa. Sin embargo, el extremo venezolano necesitaba un lugar en el que sentirse feliz, exigido pero importante y ese hábitat estaba en Huesca. En la ciudad y en el club oscense se pudo percibir el talento del maravilloso extremo y su capacidad goleadora. Hasta las nueve dianas se elevó su registro aunque su incidencia en el juego y el salto de calidad que ofreció al equipo le sirvieron para, por fin, gozar de la confianza de un técnico de Primera como Asier Garitano, de la mano de quién dispuso minutos y anoto su primer gol en la máxima categoría. Sólo un tanto aunque vital para otorgar los 3 puntos  Leganés y acercar al equipo ‘pepinero’ a la salvación definitiva.

Sin embargo, y pese a que las dos últimas temporadas parecen acercar al venezolano a la estabilidad y el rendimiento que cabía esperar de el, aún no se ha podido reivindicar completamente como aquel talentoso futbolista diferencial al que apuntaba en su etapa juvenil.

Porque Darwin Machís es verticalidad, velocidad, regate, habilidad, olfato y remate. Posee las cualidades habituales de los extremos vertiginosos, aquellos que despiertan en la grada sensaciones especiales, relacionadas con la excelencia. Ese tipo de futbolista que marca diferencias, y que traslada ese convencimiento a los aficionados, que aguardan con intriga y expectación jugadas que les levantarán de sus asientos y justificaran el tiempo dedicado a su pasión, el fútbol.

Darwin Machís, con el Granada | granadacf.es

Aquel jugador que deslumbró en su país. Qué hizo las maletas para dar continuidad a su pasión, su ilusión y un sueño, triunfar en Europa haciendo aquello que mejor sabía hacer: jugar a fútbol. Granada confía en ver al Darwin Machís que pareció dominar la Segunda División con osadía y desparpajo en su estancia en Huesca. Qué descubra al mundo sus virtudes y lleve a los nazaríes a la élite una vez más. A sus 24 años, se presenta ante él la oportunidad definitiva de explotar en la categoría de plata, contribuir al ascenso de su equipo y por fin demostrar en la élite todo aquello de lo que se le presupone capacitado. Es ahora o nunca, el éxito no espera y Machís ya comienza a deslumbrar. Es el MVP de la Jornada 6 en la Liga 1|2|3. La primera exhibición que el venezolano espera se convierta en el punto de partida para su despegue definitivo. ‘El Niño Maravilla’ debe dejar definitivamente de ser una promesa para convertirse en realidad.