Si Argentina tiene alguna posibilidad de vencer este fin de semana a Reino Unido en las semifinales de la Copa Davis, ésta se puede resumir en cuatro letras o cuatro palabras, «JMDP», Juan Martín del Potro, un tenista renacido, el hombre de moda en el circuito.
En la raqueta de Del Potro está la clave de la eliminatoria que arrancará el viernes en el Emirates Arena de Glasgow. Aunque el ranking no lo diga, el diestro de 27 años es el número uno de Argentina y el jugador más temido estos días en las islas británicas.
«Danger man»: así, como «hombre peligro», definió la Asociación Británica de Tenis a Del Potro esta semana en su página web. «Es, sin ninguna duda, el hombre de las grandes ocasiones«.
Y, qué duda cabe, la de Glasgow es una ocasión tan grande como el reto que se la presenta a Del Potro: ganar a Andy Murray, el número uno británico, en su Escocia natal y con el público en contra por primera vez desde su emotivo regreso a las canchas. Además, la estadística está del lado del ídolo local, pues Murray ganó los 13 partidos de Davis que jugó hasta el momento sobre cancha dura, la misma de la final.
Para que las cuentas le salgan a Argentina, Del Potro debería ganar ese punto de singles a Murray. Lo lógico es que el escocés se imponga en el otro singles -que sería ante Federico Delbonis o Leonardo Mayer- y en el partido de dobles junto a su hermano Jamie. Otra opción que tiene Argentina, la que ni organización ni hinchas quieren, es reservar a «Delpo», que se enfrente sólo al número dos británico y que juegue el punto de dobles.
«Sin dudas tenemos un buen equipo, pero ellos son los favoritos acá«, dijo ya en Glasgow Del Potro, ex número cuatro del mundo y campeón del US Open 2009. «Vencerlos sería una sorpresa, quizás más para ellos que para nosotros. Si uno agarra los papeles, las chances son británicas, pero todo puede pasar«.
Del Potro, que ocupa actualmente el puesto 64 del ranking de la ATP, se midió en ocho ocasiones con Murray, con seis victorias para el escocés y dos para el sudamericano. El último enfrentamiento fue en agosto, en la final de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El oro acabó en el cuello del escocés tras una larga batalla de cuatro sets, pero la final dejó dos ganadores: fue la demostración de que Del Potro estaba de vuelta tras su calvario de lesiones. Y el torrente de emociones que eso supuso lo canalizó el argentino de momento de forma positiva.
Oro, Murray, plata, Delpo | Getty Images
«Vengo justo de físico«, dijo sin embargo Del Potro en Glasgow. «No me sobra nada. En un mes jugué lo que no jugué en dos años. No sólo desde lo tenístico y lo físico, también desde lo emocional. Cada partido viene siendo muy especial y muy fuerte«, añadió el tandilense, apartado casi dos temporadas del circuito por varias operaciones en la muñeca.
Esa lucha y su arrojo en la pista, con victorias en los últimos meses ante jugadores como Novak Djokovic, Rafael Nadal o Stanislas Wawrinka, que suman 29 Grand Slam entre los tres, hicieron que los hinchas de los torneos aplaudieran partido tras partido al argentino. «El hombre más querido del tenis«, ilustró incluso «The Wall Street Journal» durante el US Open, donde Del Potro cayó en cuartos ante Wawrinka.
En el Emirates de Glasgow seguro que le esperan también aplausos, aunque presumiblemente sólo serán antes y después de los partidos. Lo que ya tiene ganado seguro es el respeto de Murray y sus rivales.
«Merece todo el crédito por hacer lo que hizo«, dijo el británico, segundo del ranking mundial, sobre la recuperación del argentino. «Es sorprendente que haya vuelto, pero también que haya vuelto a ese nivel. Si se mantiene en forma, no hay razón para que no vuelva a tener el nivel de antes».
Mientras los británicos centran hoy su atención deportiva en el sonrojante 7-0 que sufrió el Celtic de Glasgow el martes ante el Barcelona en la Liga de Campeones de fútbol, en el horizonte aparece una nueva amenaza para Escocia y el Reino Unido. Es «JMDP».
«No sé quién será mi rival ni qué puntos jugaré. Sé que tengo que estar bien yo, ya que muchas veces los partidos dependen de mí«, dijo el jugador cuya derecha dicta la mayoría de los encuentros que disputa.
(DPA)