El Villarreal ha tenido
grandes protectores de su portería a lo largo de su trayectoria en Primera
División. Para empezar, Pepe Reina, que comenzó una carrera exitosa que
le llevó a jugar en los mejores equipos del mundo. En tres años disputó casi
150 partidos y fue uno de los artífices del único título oficial en las
vitrinas castellonenses (la Intertoto de 2004), de las primeras semifinales de
UEFA y de la primera clasificación para disputar la Champions League. Esa
última temporada paró siete de los nueve penaltis que le lanzaron.
Después, tras un año de
dudas con Viera y Barbosa turnándose en la portería, llegó Diego López.
El Submarino pagó seis millones (cifra escandalosa por un meta en aquella
época) por el suplente de Iker Casillas, pero el club groguet no dudaba de su
potencial. El Villarreal acabó subcampeón de Liga con el gallego bajo palos,
siendo nombrado por la UEFA como el portero revelación del campeonato español.
Con los amarillos
alcanzó los 230 encuentros en cinco temporadas, cumpliendo el sueño de debutar
con la Selección y viajar a la Copa Confederaciones. A Diego, tras un dramático
descenso y a pesar de ser degradado a tercer meta del Sevilla, volvió al Real
Madrid a petición de José Mourinho para acabar siendo titular, esta vez sí, por
delante de Iker. En el Milan vivió el nacimiento de Donnarumma y una infección
que pudo costarle la pierna. Ahora vuelve a disfrutar en el Espanyol, donde la
temporada pasada firmó un récord de imbatibilidad del club y en esta le ha
parado un penalti a Messi.
Mientras, el Villarreal
regresaba a Primera con la mayor brevedad posible, con Marcelino a los mandos
en una segunda vuelta inolvidable. Juan Carlos y Mariño se repartieron la meta
hasta la llegada de Sergio Asenjo. En este caso, el palentino llegaba
envuelto en dudas, pero no precisamente por su nivel. Internacional sub-21 y
con unos reflejos de gato, Asenjo era la mayor promesa nacional. Por algo le
fichó el Atlético de Madrid, otro club cuya portería es un muro desde hace
mucho (De Gea, Courtois, Oblak).
Sin embargo, su talento
siempre vino acompañado de graves e importantes lesiones. Sergio se ha roto el
ligamento hasta cuatro veces, dos de ellas en Villarreal. Entre medias, ha sido
una garantía máxima, un portero que estuvo a punto de ganar el Zamora, que
detuvo seis penaltis (dos de ellos al Getafe la pasada jornada), que debutó con
la Selección y fue tenido en cuenta para la Eurocopa 2016. Nada detiene a un
jugador con un afán de superación imposible de igualar, que siempre vuelve más
fuerte que cuando se marchó y que dota a la portería amarilla de una seguridad
nunca antes vivida. El Real Madrid lo vivió en sus carnes en el Bernabéu, donde
sufrió la primera derrota de su historia ante el cuadro groguet. La culpa fue
de un Asenjo que lo paró todo y que, como Reina y Diego López, está decidido a
marcar la diferencia.
You must be logged in to post a comment Login