La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) priorizó la ayuda a las víctimas y familiares del accidente que afectó a una delegación del club Chapecoense de Brasil, antes de atender a los interrogantes deportivos que generó la tragedia. El paraguayo Alejandro Domínguez, titular de la Conmebol, se reunió en Medellín con Ramón Jesurún, presidente de la Federación Colombiana; Jorge Perdomo, jefe de la liga local; Juan Carlos De La Cuesta, mandatario del Club Atlético Nacional, y el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez. La idea es coordinar la forma de apoyar a los heridos, las víctimas y los familiares, y establecer vínculos de cooperación entre las autoridades oficiales y entidades del fútbol colombiano que vienen acompañando los operativos de búsqueda, rescate y atención.
Todas las actividades de Conmebol están suspendidas hasta nuevo aviso, incluyendo el Congreso que se iba a realizar en Uruguay y que debería tomar una serie de decisiones, como la redistruibución de las tres plazas que dejó México para la Copa Libertadores de 2017. A este tema se agrega lo referido al título de la Copa Sudamericana que quedó trunca por el accidente en Medellín y que el Atlético Nacional de Colombia propuso que se le otorgara al Chapecoense.
En este caso habría que resolver quién representa a Conmebol en la Copa Suruga que se disputa anualmente entre el campeón de la Sudamericana y un representante del fútbol japonés. Las decisiones a nivel de Conmebol deben ser tomadas por el Consejo Directivo, que es la autoridad permanente cuando está en receso el Congreso, y que se integra con un presidente, tres vicepresidentes y siete directores. El presidente es Domínguez y las tres vicepresidencias son ocupadas por el colombiano Jesurún, el venezolano Laureano González y el chileno Arturo Salah.
El Consejo es el que tiene las potestades para convocar al Congreso, algo que ocurrirá seguramente, apenas se resuelvan estos otros temas derivados del accidente aéreo en Medellín y que tienen que ver con la identificación de los fallecidos, la ayuda a las familias de las víctimas y el acompañamiento a los sobrevivientes. «El fútbol es una pasión que nos une y quiero decirles que, en nombre de la Conmebol, estamos aquí para apoyar. Hoy más que nunca todos somos chapecoenses», dijo Domínguez en Medellín, donde se encuentra desde este martes.