Las últimas temporadas de Andrés Fernández se han caracterizado por el vaivén. Desde que saliese de Osasuna en la temporada 2013-2014, el portero español no ha gozado de la continuidad que necesita un jugador de futbol para demostrar su potencial. Solo en el Granada ha podido competir de seguido al ser titular en 37 jornadas de liga.
En Pamplona fue donde el guardameta se hizo un nombre. Fichó por Osasuna Promesas en la temporada 2007/2008 y tras un previo paso por el Huesca, donde llegó a ser el Zamora de Segunda División, debutó con el primer equipo rojillo el 28 de agosto de 2011. ¿El estadio? El Vicente Calderón. Precisamente el mismo escenario donde hace unos días realizó una de sus mejores actuaciones de la temporada, y el Villarreal se llevó los tres puntos para no perder su camino hacia Europa.
Progresión en Osasuna
Los seguidores rojillos guardan un gran recuerdo de Andrés Fernández. A partir de su debut en Madrid -tuvo que sustituir a Asier Riesgo, lesionado-, se hizo con la titularidad en aquella temporada y en las dos siguientes. El portero, finalmente, salió cedido al Oporto de Julen Lopetegui en el verano de 2014. Su deseo era quedarse en España, pero Andrés eligió el club que más pagaba por él para ayudar económicamente a Osasuna, que a final de temporada había descendido a Segunda.
En la capital navarra jugó 115 partidos, más de 70 como titular y pese a que siempre el equipo coqueteaba con el descenso, el guardameta completaba números de parte alta de la clasificación, llegando a ser el tercer portero con mejor porcentaje goles/partido, solo por detrás de Courtois y Caballero. Sin embargo, su progresión se frenó en Portugal, donde el actual seleccionador apenas contó con él para tres partidos.
El regreso a la primera línea
Por eso quiso buscar una salida y decidió volver a España. Primero, en 2015, recaló en Granada, donde tras su frustración pasó de nuevo a ser titular indiscutible en la portería del equipo andaluz. Y otra vez, no pasó desapercibido y al año siguiente, aún como cedido, subió otro escalón y pasó a formar parte del Villarreal. En el submarino amarillo empezó la temporada como suplente, ya que por delante se encontraba Asenjo. Pero el futuro, cruel con el entonces portero titular -el 26 de febrero Asenjo, por entonces Zamora, se rompió por tercera vez los ligamentos de la rodilla-, le concedió otra oportunidad a Andrés.
El destino en el once del Villarreal le llevó de vuelta a Pamplona. Fue en El Sadar, en la jornada 25, donde el español volvería a jugar de inicio, al menos, hasta lo que resta de temporada. En estas 10 jornadas Andrés ha encajado 10 tantos y ha mantenido la portería a cero en cuatro ocasiones. Además, el Villarreal ha ganado en ocho jornadas.
El portero español promedia poco más de un gol encajado por encuentro y más de 3 paradas por partido. En El Calderón, en Atleti le volvió a poner a prueba y Andrés salvó al Villarreal con varias paradas meritorias. Sin ellas, el gol de Bakambu en el tramo final no hubiera servido de nada. El actual portero del submarino amarillo, con minutos a sus espaldas, se ha ganado el respaldo del equipo, del aficionado y de los medios de comunicación. Sustituir a Asenjo nunca fue fácil, pero se puede confiar en Andrés Fernández.