En el nuevo Espanyol de Quique, a pesar de la importancia del colectivo, hay dos o tres individuos que están jugando a un nivel colosal. Uno de ellos es Pablo Piatti que con solo nombrar un par de estadísticas de sus primeros diez encuentros, cualquiera se lleva las manos a la cabeza sabiendo lo que fue en sus anteriores conjuntos.
Lo primero que cabe destacar, sacando simplemente un par de datos, es que el argentino tendrá sus mejores números al acabar el año algo que, estando en diciembre, sorprende a propios y extraños. Su posición, en banda izquierda, lleva a pensar que quizás no es el mejor colocado para perforar las redes rivales pero sus diagonales son imparables. Los pericos, que alternan el 4-1-4-1 y el 4-2-3-1, tratan de centrar su juego por dentro ya que tampoco disponen de extremos de regate y centro. Ahí Piatti es el más listo y el que mejor entiende lo que su equipo necesita en cada momento.
A pesar de su impresionante nivel en campo contrario, en Cornellà muchos de los aplausos se los lleva por su trabajo defensivo. El ex del Almería siempre ayuda y esto es algo imprescindible sabiendo que al inicio de este curso detrás de él estaba Víctor Sánchez –un centrocampista- y ahora habita Aarón –un gran lateral pero que acaba de llegar a la élite-.
Seguramente, lo que pensará Quique es que sus cifras deben decaer con el paso de las semanas. Al final Pablo Piatti está cuajando una temporada única por lo que, en este sentido, en principio debería humanizarse. Pero como el argentino es de esa estirpe de jugadores que nunca se rinde, que nunca da un balón por perdido y que siempre da el máximo de sus posibilidades la gente va a seguir apoyándole. No está siendo una temporada cualquiera para los blanquiazules, que tras unos años de sufrimiento, miran a Europa. Y uno de los mayores culpables, es Pablo Piatti.