El 8 de marzo de 2012, un jovencísimo Saúl Ñíguez saltaba al césped del Vicente Calderón sustituyendo a Koke en partido correspondiente a la ida de los octavos de final de la Europa League frente al Besiktas turco. Aquel encuentro no sólo se recuerda por la victoria del Atlético de Madrid por 3-1, sino porque se mostraba ante los ojos de la afición rojiblanca un chaval de 17 años, 3 meses y 18 días, (el jugador más joven de la historia del club del Manzanares en debutar en competición europea), que cinco años después ya forma parte del corazón de la hinchada tras 125 partidos donde no sólo ha defendido con honor la camiseta del equipo colchonero, sino que también ha levantado títulos y marcado goles tan inolvidables como espectaculares.
Una trayectoria en la que pese a ser partícipe en un principio de la conquista de aquella Europa League y de la Copa del Rey de 2013, nadie le ha regalado nada, puesto que fue a raíz de su cesión al Rayo Vallecano en la temporada 2013/2014 cuando Saúl empezó a desplegar todas esas cualidades que le permitieron volver al Atlético hecho todo un futbolista. Un hombre que pese a jugar como central a las órdenes de Paco Jémez, no tuvo problema en adaptarse a las órdenes de Simeone convirtiéndose en uno de los todocampistas más cotizados de Europa. Algo que no desvió del camino al ilicitano, que desoyó ofertas millonarias para triunfar en el club que apostó por él y que le ha llevado a ser internacional con la Selección Española.
Todo después de tres temporadas en las que la vuelta de Saúl ha sido una de las claves del éxito del Atlético de Madrid de Simeone. Campañas donde un fuerte golpe en el riñón que sufrió en Leverkusen hace dos años ha sido quizá el momento más amargo por el que pasó el jugador rojiblanco. Alguien que no sólo volvió a levantar un título como la Supercopa de España en 2014, sino que también acumula desde su regreso la nada desdeñable cifra para un centrocampista de por el momento 19 goles.
Tantos, como decíamos, de inolvidable recuerdo como el que le marcó a Neuer en semifinales de Champions en el Calderón o el de media chilena que consiguió ante el Real Madrid en la victoria del cuadro rojiblanco por 4-0 en la Liga 2014/2015. Momentos que adornan todo un vibrante y bonito lustro como rojiblanco del gran Saúl Ñíguez.
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