El base estrella Chris Paul, de Los Ángeles Clippers, se unió al ala-pívot Anthony Davis, de los Pelicans de Nueva Orleans, como las dos bajas seguras en el equipo olímpico de baloncesto de Estados Unidos para los próximos Juegos Olímpicos de Río 2016.
Si la baja de Davis se debe a motivos de recuperación, ya que tendrá que pasar por el quirófano para corregirse las lesiones que sufre en el hombro y rodilla izquierda, la de Paul ha sido a voluntad propia del jugador franquicia de los Clippers, que desea tener tiempo para pasar junto a su familia y descansar.
“Hace unos días mi hijo me preguntó si iba a estar en los Juegos. Una parte de mí quería decirle que sí pero le prometí que pasaría más tiempo con él”, explicó Paul tras el último partido de su equipo. La decisión tomada por Paul le impedirá luchar por su tercera medalla de oro con el equipo de Estados Unidos después de haberlas ganado en Pekín 2008 y en Londres 2012.
El jugador ya ha mostrado su devoción por el que pudiera ser su sustituto en Río: «Creo que alguien que pienso que sería genial es Kyle Lowry. Me encanta verlo jugar. Necesitamos su intensidad» Para desgracia del jugador, el base de los Raptors no entró en la preselección para Río.
Tras su renuncia, con Curry y Westbrook seguros, todo parece indicar que su plaza la pelearán John Wall, de los Washington Wizards y Kyrie Irving, de los Cleveland Cavaliers. Ni Lillard ni Lowry entraron en la preselección final antes de Río por lo que sus opciones son nulas.
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