Rafael Nadal lleva días repitiendo que está decidido a volver ser el que fue. Y sin lesiones que le mermen actualmente, el español cree que para cumplir el objetivo tiene que recuperar dos aspectos esenciales en su tenis: el drive y los automatismos.
El exnúmero uno tuvo un exitoso debut en el Abierto de Australia gracias, en buena medida, a su acierto con la derecha, su golpe fetiche, el que a lo largo de su carrera marcó siempre la diferencia. Además de lucir un buen drive, Nadal destiló buen humor en Melbourne. El español está muy contento con su pretemporada, no sufre ahora ninguna lesión y llegó al primer Grand Slam con la mente despejada y el cuerpo sano.
Las lesiones y las dudas marcaron las dos últimas temporadas de Nadal en el circuito, lo que le impidió tener continuidad en los buenos resultados. Y es que cuando superó la ansiedad e iba camino de recuperar su nivel, llegó una lesión de muñeca en Roland Garros que le castigó para el resto del año. «Cuando estás fuera del circuito un tiempo es muy importante recuperar esos automatismos que te hacen jugar más fácil», explicó el zurdo de 30 años en Melbourne tras batir al alemán Florian Mayer por 6-3, 6-4 y 6-4 en su debut.
«Cuantos más partidos y mejor juegues, más posibilidades tienes de recuperar los automatismos y la confianza. Yo soy un jugador que durante mi carrera, cuando he podido encarar partidos consecutivos o rachas positivas, no he tenido altibajos. A veces me ha costado llegar a un nivel alto de juego, pero cuando lo he conseguido me he mantenido», relató. «Si me he caído de ahí ha sido por lesiones o por diferentes aspectos. Cuando consigo llegar ahí lo mantengo porque soy una persona estable, centrada y trabajadora».
Nadal, actual número nueve del mundo, ganó el último de sus 14 Grand Slam en Roland Garros 2014. Además, desde aquel torneo no superó nunca los cuartos de final de un grande. «Mi objetivo es conseguir un nivel de seguridad y confianza en mí mismo que me permita ofrecer un nivel medio-alto cuando uno entre en la pista. Eso se consigue con dos cosas: entrenando bien, que lo estoy haciendo, y ganando partidos. Cada victoria te va autoconfirmando y autoconvenciendo de que lo que estás haciendo va por buen camino».
Y el trayecto a la victoria es sin duda mucho más fácil cuando la derecha de Nadal es la que dicta el ritmo de los partidos. Todas sus grandes victorias llevan el sello de su drive. «Uno de mis grandes objetivos para esta temporada es recuperar el drive. Lo había recuperado el año pasado en un tanto por ciento grande, sobre todo desde Indian Wells hasta que tuve que parar en Roland Garros. Después fue imposible recuperarlo por lo que me pasó en la mano», analizó en Melbourne.
«Pero creo que todavía puedo recuperarlo mejor que el año pasado. El revés llevo un tiempo pegándolo bien, he mejorado un poquito el saque y la derecha es lo que me puede marcar la diferencia este año. He entrenado mucho durante toda la temporada y estoy feliz». Se le vio muy cómodo con su derecha, con la que conectó hasta 25 golpes ganadores. Y más allá del dato, obligó a su rival a correr y a alejarse de la línea de fondo. «No esperaba hacerlo tan bien, era una primera ronda ante un rival incómodo, y en los momentos importantes los he pegado los winners, no he dudado mucho. Me he decidido a poder hacerlo y es porque lo he hecho mil veces durante este mes y medio», indicó.