En cada derbi, a todo seguidor del Atlético de Madrid contemporáneo de aquella época se le viene a la memoria la figura de Jimmy Floyd Hasselbaink.
Y es que a pesar de su corto paso por el club de la ribera del Manzanares, sólo una temporada, el delantero holandés que venía de ser pichichi en Inglaterra con el Leeds United, fue cabeza visible de ciertas penas y alegrías que la masa social rojiblanca tardó mucho en olvidar hasta que por fin la estabilidad terminó de reinar en la institución. Nos referimos a la campaña 1999/2000, año en el que el Atlético de Madrid vencería por última vez al Real Madrid antes de romper el maleficio de los mencionados anteriormente 14 sufridos años con el levantamiento de la Copa del Rey en el año 2013 en el Santiago Bernabéu. Un partido aquel que acabó con victoria por 1-3 para los colchoneros gracias en parte a dos goles de Hasselbaink, que ese año se fue nada más y nada menos que a los 24 en liga pese a ser, sí, la temporada del descenso a segunda división.
Hasselbaink, Atlético de Madrid | Getty
Más no le pudo suceder se podría pensar perfectamente al bueno de Jimmy en una andadura sin duda breve pero intensa en la que no pasar de héroe a villano sólo le pudo ocurrir en un club como el Atleti. Entidad donde el que fallara un penalti decisivo para la permanencia rojiblanca frente al Oviedo y el caer derrotado en la final de la Copa del Rey ante el Espanyol nunca oscurecieron la leyenda de Hasselbaink, el héroe que lideró tan importante y recordado triunfo frente al vecino de la capital.
Genio y figura que en definitiva dejó un recuerdo imborrable allá por el Manzanares antes de regresar al fútbol inglés, donde se volvería a convertir en máximo goleador la temporada siguiente con el Chelsea previamente a su retirada en el Cardiff City en 2008 tras pasar también por el Middlesbrough y el Charlton Athletic. Un hombre que inició su carrera en Holanda, país con el que fue 29 veces internacional y disputó el Mundial del 98 y que se revalorizó como futbolista en Portugal, donde Hasselbaink ganó su único título a nivel individual tras ser campeón de Copa con el Boavista. Todo un trotamundos que hoy en día sigue ligado al fútbol como entrenador del Royal Antwerp de la segunda división de Bélgica.