Como ya es tradición un miércoles de abril, anoche se jugaron más partidos de cuartos de final de la Champions League. El Real Madrid viajó a Londres para enfrentarse al Chelsea, el actual campeón de Europa. El equipo de Tuchel está en horas bajas y se notó. Como él mismo declaró, «el equipo está irreconocible desde el parón de selecciones, no parece el Chelsea». El técnico alemán no está contento con lo que vio en su equipo en los últimos dos encuentros. Y no es para menos pues un 1-3 en cuartos de final de la UCL no es para estarlo. Por parte del Madrid, como siempre, los más destacados fueron Karim Benzema y Thibaut Courtois. El portero belga salvó alguna ocasión peligrosa como, por ejemplo, un disparo desde fuera del área de Azpilicueta, que había puesto la mirilla en la escuadra y no falló, pero el gran vuelo del guardameta de negó el golazo. Y qué decir de Benzema: marcó dos goles de cabeza en cuatro minutos y el tercero minutos más tarde. Un nuevo hat-trick para el francés, segundo consecutivo en Champions tras el que le anotó al PSG. Cabe destacar el regalo de Mendy-Rüdiger en el tercero, pues una error en el pase y en la comunicación termina con Karim frente a la portería vacía y con el balón en los pies.
En el otro partido de la noche, el Villarreal logró sobrepasar al Bayern por 1-0, dando así la sorpresa y dejando un partido de vuelta más que emocionante. Pese a que la iniciativa general del encuentro la tuvo ligeramente el equipo alemán, el Villarreal no fue aplastado como se esperaba. Y digo más, la primera parte fue del ‘submarino amarillo’, y fue un 1-0 pero pudo ser más. Por ejemplo, en el minuto 40, Coquelin envió un centro al área que terminó envenenándose y entrando por la escuadra de Neuer, aunque luego se anuló por un fuera de juego que no se vio en directo. También tuvo Gerard Moreno un disparo desde lejos que estrelló en la base del poste. Si el partido ya fue una locura, pudo serlo mucho más. La eliminatoria se resolverá en Alemania y el Villarreal tiene motivos para soñar.